jueves, 4 de octubre de 2018

ESTE JUEVES..............."RITOS INICÍATICOS"



   Después de un año sin participar en esta reunión de los los jueves, hoy, por fin, se han reunido inspiración y tiempo para poder unirme a la convocatoria de mi amigo Juan Carlos y contar una pequeña historia sobre ritos de iniciación.
   Allá va.
   Para leer todos los relatos participantes podéis visitar el blog:  ¿Y qué te cuento?



     Solo tienes que cerrar los ojos y contar hasta diez…
     No llegó a cinco.
   Cuando despertó estaba desnudo y solo tirado en posición fetal sobre un suelo frío y húmedo. Una ligera luz entraba desde arriba  por entre las rendijas de lo que  parecían tablas de madera. Era de noche y seguramente había luna llena. ¿Cómo había llegado hasta aquí? Sentía un dolor muy fuerte en la parte de atrás de su cabeza ¿Tal vez había tenido un accidente? Intentó estirarse para desentumecer sus piernas, pero chocaron con las paredes del habitáculo, lo intentó  también con sus brazos con el mismo resultado. Consiguió ponerse a cuatro patas y palpar a su alrededor para constatar que era circular. Inmediatamente su corazón se puso a palpitar desbocado cuando se acordó  del relato “El pozo y el péndulo”  que tantas veces había leído y sufrido en su juventud. Intentó respirar y tranquilizarse. Tenía mucho frío. De pronto, la trampilla se abrió por un momento y alguien arrojó un líquido caliente sobre él que lo empapó por completo. A la sensación agradable del principio le siguió una de repulsión y  asco al sentir el penetrante olor a orina humana. Ahora oía risas contenidas. Quería llorar, pero se obligó a controlar sus lágrimas de rabia o sería peor. La trampilla se abrió de nuevo para dejar caer el fétido abono que se adhirió a su cuerpo húmedo por la orina. Tenía que aguantar un poco más o jamás lograría salir victorioso y ser aceptado. Apretó los dientes y aguantó el estúpido ritual.
   Ahora lo recordaba todo, su novia  le había contado entre risas muchas veces lo que antiguamente le hacían los mozos a los forasteros que intentaban casarse con una del pueblo.
   Antiguamente...


16 comentarios:

Campirela_ dijo...

Buenas Charo , me alegra que te hayas unido a la convocatoria y decirte que madre mía como las gastan en el pueblo , te diré que en el mio a los forasteros que se casaban con una chica del pueblo los arrojaban al pilón sino pagaban la Patente , una suma de dinero que con ella se invitaban a todos los mozos del lugar.
Un buen relato .
Abrazo y feliz noche.

Ginebra Blonde dijo...

Qué buen relato… Te mantiene en vilo, e incluso se teme lo peor… Pero, da un buen y sorpresivo giro final, que dentro de lo malo, no lo era tanto…

Un placer leerte, Charo.

Bsoss.

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Bienvenida Charo! Me alegra tenerte de vuelta compartiendo historias tan bien narradas como ésta! Un placer leerte

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Un gusto volver a leerte en un relato de jueves.
Muy bien contado. Yo creo que el protagonista logrará zafar de esa situación, tal vez con ayuda de su novia, para vengarse.
Besos.

JAVIER PACO Y EL LOCO dijo...

El rito de humillacion de la despedida de soltero es aun muchas veces cruel y muy fuerte , una forma mas de abuso , deberia ser una noche informal de alegria y amistad pero muy a menudo termina mal. Un abrazo

Anónimo dijo...

Qué alegría tu vuelta. En ocasiones resucitamos de un sueño porque las musas mismas nos necesitan Creo q era el caso. Me alegro de leerte.
Nauthiz

Magade Qamar dijo...

¡Menudo regreso, Charo!
Bienvenida de nuevo .-)

Espero que semejante mal trago sirviera de algo y no fuera el preludio de la vida que pudiera esperarle en esa nueva etapa. Mucho debería quererla para soportar semejante ritual.

Un beso enorme.

Fabián Madrid dijo...

Esta historia espero que fuera de hace muchos años.
Beso limpio.

Mujer Virtual dijo...

Lo sorprendente de la imaginación, pero mal empleada en ritos absurdos.
Un abrazo

yessykan dijo...

Que ritual más insólito, no me esperaba ese final, es sorprendente. !Yay! no debieron haber muchos matrimonios en esa época. Fue un placer leerte nuevamente, Charo.
Un abrazo, feliz fin de semana!

MOLÍ DEL CANYER dijo...

Antiguamente dices? Pues pobre chico la que le espera si en ese pueblo se mantienen todas las costumbres. Fantastico regreso, lo haces por la puerta grande. Besos.

Juan Carlos Celorio dijo...

Jajá, qué bueno. Me contaron el año pasado el ritual que hacían en las islas Orkney, al norte de Escocia y creí que era pasado. Pero no, lo que ocurre es que ahora se lo hacen también a las chicas.
Eso sí, no era tan asqueroso como este que cuentas.
Me alegro mucho de volver a leerte, querida amiga. Un abrazo.

Max Estrella dijo...

Bienvenida de nuevo...la que tuvo, retuvo...y sigues escribiendo muy bien, aun cuando el texto es de lo más sencillo, es muy potente: el desconcierto, la oscuridad, el eterno retorno a Poe...y todo para otro ritual como es el matrimonio...todo cambia un poquito para que nada cambie...
Besos.

Adelina dijo...

Jo, se pasaban mucho :)

Me ha gustado mucho y me ha recordado un pueblo donde yo iba. Pero allí, para poder casarse con la novia, tenían que pagar "el Piso"que se le llamaba a una cantidad de dinero y lo tiraban al pilón, porque nunca les parecía suficiente.

Muy buen relato.

Un beso.

María dijo...

Me alegra un montón que hayas vuelto a participar en los relatos jueveros Charo, se te echaba de menos.

Pues sí que tenían que aguantar antiguamente, menudas bromas más pesadas, aunque al final provocaran risas.

Muchos besos.

José Antonio López Rastoll dijo...

¡Vaya con los mozos!

Un abrazo.