TÍTULO:
EL VISITANTE
AUTOR:
STEPHEN KING
EDITORIAL:
PLAZA Y JANÉS
AÑO
DE PUBLICACIÓN: 2018
GÉNERO:
POLICIACA/MISTERIO
OPINIÓN PERSONAL:
La novela comienza con la detención del autor de un horrible crimen con
violación de un niño en una ciudad pequeña donde casi todo el mundo se conoce.
En los primeros capítulos nos presenta
la transcripción de los testimonios de los testigos que afirman sin ninguna
duda haber visto al entrenador de béisbol Terry Maitland primero con la víctima
y posteriormente lleno de sangre. Es un crimen tan atroz que la policía comete
el error de detenerlo durante un partido de fútbol delante de todos los
asistentes sin comprobar si tenía alguna coartada. Posteriormente, constatarán
que no solo la tenía sino que es tan potente que los hace dudar, pero los acontecimientos se suceden de manera
vertiginosa, descontrolándose de tal manera, que la tragedia adquiere unas
dimensiones inmensas, destrozando tanto las familias de la víctima como la del
posible asesino.
Ralph Anderson es el inspector que, junto con el fiscal y movido porque
tiene un hijo de la edad de la víctima, al que también ha entrenado el
sospechoso y ante la evidencia de los testimonios de los testigos, toma una
decisión de la que se arrepentirá toda su vida, porque descubre, cuando ya no
hay remedio, que la coartada del que creía el asesino no tiene ninguna fisura.
A partir de aquí entra en juego lo sobrenatural, porque en teoría no es
posible que la misma persona esté en dos sitios a la vez o al menos, la mente
racional del inspector no es capaz de aceptar. Sin embargo aparece Holly
Gibney, a la que conocemos de la trilogía del inspector Bill Hodges en la
novela Mr. Mercedes, que en la
actualidad es detective privada, y le ayudará en la investigación intentando
que acepte la posibilidad de que “cuando lo natural es imposible solo queda lo sobrenatural”.
Sin ser nada espectacular, la lectura resulta amena y adictiva aunque
con altibajos en la tensión narrativa. Hay muchos guiños a otras obras de King
como El
resplandor y sobre todo a la trilogía de Mr. Mercedes. La idea del doble no
es demasiado original pero sí la visión que le da el autor, como algo
venido de fuera que se alimenta del sufrimiento, especialmente de los
niños. El final resulta bastante decepcionante para mi
gusto, pero la verdad es que, en
general, he disfrutado con su lectura.