Este jueves soy yo la encargada de llevar la convocatoria así que me la he llevado a mi terreno. Leyendo un relato de David Jasso, uno de mis escritores de terror favoritos, me vino la inspiración sobre el tema de este jueves. Mi relato está inspirado en una experiencia personal y en la lectura del relato mencionado que se titula "La mentira al final del pasillo"
Si queréis leer todos los relatos participantes podéis hacerlo pinchando AQUÍ
Quería
pagarle con su propia medicina. Sí.
Quería vengarme de todas las noches que me había aterrorizado cuando yo era más
pequeño. El día anterior había sido mi cumpleaños y había cumplido diez. Mamá
dijo que ya era un hombre así que quería resolver el tema yo solo. Esta vez
yo quería ser el monstruo, jajaja...solo pensaba en lo
que me iba a reír cuando pegara un grito y se meara encima. Le iba a pagar con su misma moneda, como
aquella vez cuando papá y mamá se fueron y me dejaron solo con ella y no quiso acompañarme al baño. La muy
cerda me apagó la luz justo cuando yo
estaba a la mitad del pasillo, aquel pasillo tan largo que tenía la casa
vieja...No solo me apagó la luz sino que además gritó con una voz de ultratumba
que daba miedo: " sooooyyyy Jeniffeeeeerrr y voy a por ti
Seeeerrrrrgiiiiioooooo".
Jennifer era una mujer fantasmal, una muerta
viviente que había visto en una revista de Creepy, de las que le gustaban a mi
hermana y que mi madre no me dejaba ver a mí. Mi hermana me la había enseñado solo para darme
miedo. Yo no podía quitarme aquella imagen de la cabeza...tenía un ojo colgando
con la cuenca vacía llena de un líquido viscoso, los gusanos salían de su boca
y la lengua era algo largo y negro....Cuando oí aquella voz que me llamaba me
quedé paralizado y me hice pis encima. Papá me castigó cuando llegó, y mi
hermana se reía cuando él no miraba.
Mi plan era perfecto. Papá y mamá no
estaban. Puse la almohada como si fuera
yo y la tapé del todo con las mantas. Yo siempre me tapo hasta la cabeza así
que no se extrañaría. Sabía que no encendería la luz de la habitación porque
ella nunca tiene miedo. Me metí debajo de la cama. Lloré y le dije que me dolía
mucho la tripa...ya sé fingir mejor que cuando era más pequeño. Tardó un
poco en venir pero cuando estuvo justo al lado...¡zas! ....saqué las manos y la
agarraré por los tobillos. Gritó. Yo me empecé a partir de la risa...
No pensaba tirar tan fuerte...ni que ella
cayera hacia atrás y se diera en la nuca con la esquina de la mesa, ni que
empezara a formarse un charco de sangre a su alrededor, ni que dejara de
respirar, ni de moverse...
¿O sí lo pensaba?....
15 comentarios:
Sabía que esa hermana mayor iba a terminar mal, si es que ella no reaccionaba con algo peor. Pero este desenlace se veía venir. Como que la venganza se saliera de control.
Bien contado, y lograste un efecto de terror. Bien hecho.
Un abrazo.
Pedazo de relato...muy bien. Está claro que es tu género...por no decir la maestría con la que narras en voz de niño...Una maravilla...me ha encantado.
Un beso
Pedazo de relato...muy bien. Está claro que es tu género...por no decir la maestría con la que narras en voz de niño...Una maravilla...me ha encantado.
Un beso
Esperaba un final terrorífico, pero no tanto, ¡caramba!
Muy bien, Charo, matrícula de honor.
Un abrazo.
Me encanta el gif ;-)
Que final por Dios!!!! me nudo relato si que da miedo!!
Besos
Un relato terrorífico, con un final francamente impactante.
Un abrazo.
Buenísimo. Me encantó la narración y el final magnífico.
Un beso
Pavoroso final para una broma que se pasó de la raya. Muy buen relato llevado con ingenio y manifiesto talento.
Un abrazo!
Ay! Qué final! Es impactante este relato, como siempre me has dejado sin aire.
Muy bueno, Charo, qué gusto es leerte.
Un beso enorme.
No se juega con los miedos de los niños,no se les asusta ni se les menosprecia...La venganza puede ser terrible!!
Muy bueno
Nauthiz
Madre mía!! que terror de niño! Fantástico relato con todos los ingredientes para mantenernos en vilo.
Un beso
Madre mía!! que terror de niño! Fantástico relato con todos los ingredientes para mantenernos en vilo.
Un beso
¡Madre mía! qué final más tremendo, al final ella le volvió a dar el susto a su hermano, y este era un gran susto.
Pobre crío. Ese final terrorífico que no era el esperado ¿o si?, seguro que le estará pasando factura toda su vida. Magnífico relato de terror, muy en tu linea.
Un fuerte abrazo.
Publicar un comentario