jueves, 21 de marzo de 2019

ESTE JUEVES..............CAMBIO CLIMÁTICO



   Este jueves nos convoca Montse en su blog La bitácora del  mar y nos propone que hablemos sobre el cambio climático y sus efectos sobre el planeta. Hace mucho que no participo en los jueves, pero se me ha ocurrido una historia basada en algunos datos  verdaderos, aunque espero que jamás ocurra lo que cuento.
 Para leer todos los relatos participantes pinchad  Aquí



   Como todas las niñas de su edad, Hanaki, perteneciente a la única tribu aún no contactada por la civilización según el último informe de la FUNAI (Fundación Nacional del Indio) de enero del 2030, sabía que llegaría el día en que tendría su primera menstruación.  Llegó una mañana como cualquier otra en el recóndito corazón de la selva amazónica, donde los cincuenta Hi-Merima vivían ajenos a los grandes cambios que habían ocurrido en el resto del mundo. Su pequeño ecosistema les permitía seguir cazando pecaríes, tapires y monos, pescar pirarucús, cultivar maíz y yuca y recolectar frutos secos, plátanos y piñas además de la deliciosa miel, extinguida en el resto del planeta.
    Sin asustarse, se lo dijo a su madre y juntas fueron al chamán para proceder al rito de iniciación. A partir de ese momento, Hanaki permanecería aislada durante cuatro días en una pequeña choza a medio día de camino, donde sería llevada por el chamán y cuya ubicación solo   él conocía.

   La pequeña mujercita no estaba asustada, pues era algo por lo que otras jóvenes habían pasado y estaban contentas, aunque todas decían que había sido doloroso. Tenía provisiones y una hamaca donde dormir, así que aguantaría. La primera noche durmió profundamente,  pero por la mañana, apenas despertó, sintió dolor en el bajo vientre y una sensación de frío en todo el cuerpo que nunca había experimentado. Se encontraba en posición fetal intentando conservar el calor, pero sus manos y sus pies estaban entumecidos y tardaron en responder a las órdenes de su cerebro. Sus dientes castañeteaban sin control. Salió fuera de la choza y miró al cielo. Estaba encapotado y de un color uniforme y gris que le resultó extraño. Algo frío y mojado cayó sobre su piel desnuda. No era una gota de lluvia. Era algo mágico, parecido al algodón pero que desaparecía y se convertía en agua. Cayeron muchas gotas mágicas como la primera y Hanaki, maravillada, miraba al cielo y veía los copos blancos caer revoloteando a su alrededor. Dolía. Sus manos, sus pies, su nariz, sus labios, todo dolía,  pero sin duda este era el dolor del que hablaban todas, aunque no pudieran desvelar el milagro. Se tumbó, convencida de que ese dolor pasaría y se convertiría en una mujer,  ensimismada con el grandioso espectáculo que la naturaleza le ofrecía. Su cuerpo temblaba sin control, sin embargo permaneció quieta durante horas hasta que, poco a poco, sus ojos se cerraron por la hipotermia, sin saber que nunca despertaría, mientras un manto blanco la cubría  por completo. 




23 comentarios:

Mar dijo...

Es muy triste el relato pero muy bello a la vez. Como dices, esperemos que nunca suceda.

Gracias por participar.
Bss.

Albada Dos dijo...

Si la nieve hace acto de presencia en el Amazonas será para creer que de verdad el clima se ha cambiado. Pero se están viendo síntomas en todas partes. Lo malo es que no hacemos caso.

Precioso texto, con final triste, porque esa niña tenía toda la vida por delante. Un abrazo y feliz noche de primavera

Ginebra dijo...

Tan hermoso como triste y conmovedor…

Y es que, la madre tierra… se pronuncia desde su doliente gemido, dejándonos esos extraños escenarios…

Un placer leerte, Charo. Muy buen relato que no deja indiferente.

Bsoss, y feliz tarde.

Campirela_ dijo...

La historia es dulce y tierna con un desenlace fatal ..pena que allí en ese lugar donde antes hubo calor la nieve cubrió su cuerpo de mujer ..el cambio no solo fue de niña a mujer sino la tierra cambio por la mala gestión de la mano del hombre.
Un abrazo grande muakk.

Tracy dijo...

Muy bonito y muy tierno, pero... qué triste...

Mujer Virtual dijo...

Triste a la vez que conmovedor
Abrazos

CARMEN ANDÚJAR dijo...

Triste, pero bonito a la vez, impensable, pero no está tan lejos de lo que nos puede pasar.
Un abrazo

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

El cambio llegó incluso hasta ahí, a ese lugar que parecía libre del cambio climático.
Bien planteado.

Un gusto leerte.

Besos.

Charo dijo...

Un placer participar de nuevo en los relatos jueveros.
No se porqué mis relatos suelen ser tristes, pero espero que no suceda jamás.

Charo dijo...

Sí, quería contar algo muy extremo para lograr un mayor efecto.
Un abrazo

Charo dijo...

Gracias Ginebra! Hoy en día nieva en sitios donde nunca había nevado y al contrario...el clima está loco y esa locura la hemos provocado nosotros con nuestra inconsciencia.

Charo dijo...

Gracias Campirela, siempre me salen finales fatales...

Charo dijo...

Gracias Tracy, pero tenemos que pensar, y eso es cierto, que hay tribus en el Amazonas a las que todavía no ha llegado la civilización y están tan felices disfrutando de su naturaleza!

Charo dijo...

La tónica general de los comentarios es que el relato es triste, pero es que el tema propuesto también es muy triste...
Un beso

Charo dijo...

Gracias Demiurgo. No sabemos hasta qué punto llegarán los cambios en el futuro, depende de lo que hagamos ahora. Espero que poco a poco vayamos tomando conciencia y nada tan extremo llegue a suceder.

Diva de noche dijo...

Es una manera de ver que cuando todo el clima colapse, nadie estará exento de sufrir las consecuencias...ni siquiera aquellos que la respetaron como la pachamama...nevara en la selva...en el desierto...se derritiran los polos y tendrá que haber de nuevo una selección natural para el nuevo clima...
Muy reflexiva tu entrada...Besossss

José Antonio López Rastoll dijo...

Un cuento mágico que aúna belleza y tragedia. Me ha dejado sin palabras tu descripción de la nieve. Felicidades.

Un abrazo.

José Luis de la Mata Sacristán dijo...

la relación antropológica me ha encantado... y la visión de la nevada en el Amazonas desde luego que es original, cuando pensamos en el cambio climático lo hacemos desde nuestro eurocentrismo y nos lo imaginamos como será aquí y no paramos a pensar en los efectos en otros puntos y culturas...
muy bueno...

Charo dijo...

Tienes razón, el cambio afectará incluso a aquellos que sí han respetado la naturaleza, nadie saldrá indemne.
Gracias, un beso

Charo dijo...

Gracias José Antonio. La nieve siempre es un espectáculo maravilloso aunque la hayas visto muchas veces, pero verla por primera vez en un lugar como la selva amazónica y sentir sus efectos se convierte en algo verdaderamente mágico y por desgracia mortal.
Un beso

Charo dijo...

Gracias José Luis! Me informé un poco sobre las tribus que todavía no han sido contactadas por la civilización, hay ritos de iniciación a la menstruación, pero me lo he inventado casi todo ja,ja...espero que no me lo tengas en cuenta.
Un beso.

Alberto V. dijo...

¡Hola Charo! Me alegra volver a leerte. Es una pena que pasen estas cosas en el mundo. Me viene a la mente una zona del Himalaya, donde las mujeres no pueden salir de sus casas durante la menstruación. Y la nieve, la mortífera nieve, que me recuerda al Dublineses de James Joyce ;-)

¡Un beso grande y que sigas publicando!

Anónimo dijo...

Un placer leer de nuevo tus relatos con esos finales tan inesperados.
Estoy en la tónica de los demás lectores. Triste y bello.
Nauthiz