Este jueves Alberto nos invita a volar en su blog Letra a letra, paso a paso...He dejado volar mi imaginación y me ha llevado a esto:
Para él era muy sencillo. Sin moverse de la silla en la que estaba
sentado, cerraba los ojos, tomaba un pequeño impulso hacia arriba y después se
lanzaba hacia adelante, se elevaba y salía por la ventana de la buhardilla. Apenas
le costaba esfuerzo, eso sí, las piernas
no podía estirarlas pero en cambio estiraba los brazos en cruz para planear y
dejarse llevar por las corrientes cuando quería descansar y los juntaba sobre
su cabeza cuando quería lanzarse en picado a toda velocidad para sentir el
vértigo en su cara y en sus entrañas. Cuando simplemente quería pasear y ver
los tejados de las casas, las cabezas de la gente, los parques, los ríos, los
monumentos…dejaba caer los brazos laxos al lado de sus piernas sin vida. No
entendía por qué la gente ansiaba tanto
poder volar, él lo que deseaba de verdad era poder sentir el peso de su cuerpo
sobre sus piernas al avanzar una después de la otra y el contacto de la tierra bajo sus pies.
QUÉ PRECIOSO REGALO ALBERTO!!!!
QUÉ PRECIOSO REGALO ALBERTO!!!!