Este jueves, Perla Gris nos invita a participar en su convocatoria escribiendo una carta a alguien, aunque sepamos que ese alguien nunca podrá leerla. Yo le he escrito una carta a una "amiga" indeseada.
Podrás leer toda la correspondencia pinchando AQUÍ
Querida compañera de vida:
Que yo recuerde, nos conocimos en el
instituto y desde entonces no hemos dejado de caminar juntas. Puede que en un
principio me sintiera un poco fascinada por ti y pensara que ser tu amiga me
daba un aire más misterioso y romántico, aquella era una época de hormonas en
efervescencia y de vez en cuando me gustaba estar contigo, solas tú y yo,
encerradas en mi habitación, escuchando canciones tristes en inglés que no
entendíamos pero que nos hacían derramar lágrimas de emoción y de tristeza.
Nos separamos un poquito cuando yo por fin
me fui a trabajar lejos y en apariencia dejé atrás una vida desgraciada, pero
tú, tal vez envidiosa de mi felicidad, viniste a buscarme unos años después y
fuiste tan acaparadora que no me dejabas ni ir a trabajar. Querías que
estuviese siempre a tu lado y lo conseguiste durante unos cuantos años, hasta
que de nuevo volví a poner tierra de por medio intentando dejarte atrás. ¡Qué
ilusa! Volviste a presentarte en mi vida en el momento más feliz para una mujer
y fuiste tan rastrera que incluso privaste a mi hijo
recién nacido de mi atención exclusiva durante un tiempo. ¿No te das cuenta de
que no te quiero en mi vida? He intentado decírtelo de muchas maneras y a veces
parece que lo has entendido, incluso de vez en cuando me has dejado respirar un
poquito, pero en cuanto bajaba mínimamente la guardia... ¡zas!, ahí estabas de
nuevo, haciéndome caer en tus zalamerías.
Es posible que no me dejes nunca, y que
en el momento de mi muerte, tú continúes ahí, a mi lado, esperando para
acompañarme al otro mundo, sea el que sea...pero quiero decirte ahora, bien
clarito, para que lo entiendas de una puta vez, que aunque creas lo contrario,
tú, jamás has sido mi amiga.