miércoles, 21 de enero de 2015

ESTE JUEVES....LLORAR...DE FELICIDAD




       No consigue quitárselo de la cabeza. Ayer por fin le habló. Tantos y tantos días mirándolo cuando subía al tren en la estación de Atocha. Tantos y tantos días observándolo sin que él se diera cuenta, mirando su boca perfecta, sus manos grandes de dedos largos, y sus ojos, sus ojos de un color azul tan intenso que daba miedo mirarlos. Siempre con un libro entre las manos que abría con parsimonia y se ponía a leer. A veces sentía que él también la miraba y sus ojos se mantenían unidos un breve instante. Ayer la suerte estuvo de su parte, un sitio quedó libre enfrente de ella y él se sentó. Sus rodillas chocaron y a ella se le cayó el libro al suelo. Él lo recogió y le sonrió con esa boca que tantas noches ella había soñado besar. La casualidad quiso que los dos estuvieran leyendo "A tres metros sobre el cielo" y ambos se echaran a reír. Así comenzaron  a hablar hasta que ella se tuvo que bajar y casi  fue  levitando hasta su trabajo.
   
   Pero hoy no puede ir a trabajar, se ha despertado con mucha fiebre y ha pasado la noche vomitando. Lo primero que piensa es que no podrá verlo por lo menos hasta el lunes pero entonces escucha las noticias en la radio y algo se rompe en su interior. Ha habido una explosión  en la estación de Atocha. Son las 7:40 de la mañana, la hora en que él siempre coge el tren. Las noticias son atropelladas y confusas pero sin duda ha sido un  atentado terrorista y hay muchos muertos y heridos. El corazón le da un vuelco y entre la fiebre y la angustia no para de pensar en que él estará  allí. Y piensa que nunca más volverá a verlo. En ese día y en los sucesivos permanece atenta  a la televisión, a la radio, a los periódicos, a internet...solo para ver si hay fotos de los muertos o de los supervivientes. El pesimismo se apodera de ella y siente que su historia de amor se ha terminado aún antes de empezar. Y entonces lo ve en televisión. Un periodista lo está entrevistando mientras él cuenta cómo se salvó milagrosamente aunque todos a su alrededor estaban muertos. Y ella llora, llora por todas las personas que han muerto en ese atentado, pero llora también de felicidad al comprobar que su  amor está vivo, y que su historia recién empezada puede continuar.

Puedes leer más historias en el blog de Alfredo LA PLAZA DEL DIAMANTE

                                          
                                          Gracias por tu regalo Alfredo!

     

18 comentarios:

Tracy dijo...

Muy emocionante de principio a fin, primero por el amor y luego por su supervivencia.. Me ha gustado mucho.

Juan L. Trujillo dijo...

Hasta en la mas espantosas de las desgracias, hay un pequeño resquicio para la felicidad. Solo que las lagrimas deben tener un sabor distinto.
Un abrazo.

Luciano Doti dijo...

Eso sí que es un milagro!

Maruja dijo...

Es mucho mejor poder llorar de alegría. Feliz fin de semana.

CARMEN ANDÚJAR dijo...

Fue tremendo y un verdadero milagro sobrevivir. Aquí si que se llora de felicidad, sobretodo por un amor que creíamos perdido.
Un abrazo

Fabián Madrid dijo...

El amor con esperanza.
Un beso.

Montserrat Sala dijo...

Una situación que justifica plenamente unos lloros irrefrenables de felicidad. Muy bién hallado tu relato Charo. Un abrazo

Leonor dijo...

Y que les dure muchos años.

Un abrazo.

Gaby* dijo...

El destino tiene sus tejes y manejes, sin dudas... Y lo que podría ser un evento desgraciado -tanto su enfermedad como el trágico atentado- termina por sellar su suerte... Sentimientos encontrados pero seguro que muy dentro de ambos, prima el de felicidad.
Muy buen relato Charo!
Besos!
Gaby*

LAO dijo...

Reir por alguien y llorar al mismo tiempo por otro es un tema de reflexión, pero somos absolutamente capaces de lograr las dos emociones al mismo tiempo. Muy interesante tu historia Charo!!

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Una semilla de amor naciente en medio de la tragedia... intenso relato
=)

Max Estrella dijo...

Ana, mi mujer oyó las explosiones justo cuando salía del metro en la siguiente estación...así que te puedo decir que has transmitido perfectamente las sensaciones. Grande como siempre
Besos

Alfredo Cot dijo...

...Y acabamos llorando todos, por lo emocionante del texto, por lo que contiene, por el recuerdo y por el futuro.
Besos y gracias por participar.
Ah... el dibujito es de Casss.

Juan Carlos Celorio dijo...

Una historia emocionante de verdad. La ubicas muy bien en ese momento y lugar que a todos los madrileños nos estremece.
Besos y hasta el lunes.

Anónimo dijo...

Momentos de amargo recuerdo para todos nosotros. Has desarrollado tu historia perfectamente entre el dolor y la felicidad obedeciendo ambos al mismo acontecimiento. Dolor por las vidas sesgadas miserablemente y alegría porque tu incipiente amor salvó su vida.
Exceelente relato, Charo.
Un fuerte abrazo.

Lucía m.escribanoblogsport.com dijo...

Fueron días de mucho dolor para todos, el recuerdo se quedo grabado en la memoria no solo de los que conocieron a las victimas, sino los que como yo estabamos lejos.
" La oreja de bangot " Un grupo Pop de San Sebastian, escribieron una preciosa canción para el homenaje de las victimas, igual a tu relato. Solo que la chica también viajaba en el tren.
Besos guapa.

Alberto V. dijo...

Un relato precioso y que tiene un final abierto al mundo que les espera a estos dos tortolitos. Yo, sinceramente, creo que no soy capaz de hablar con una desconocida en el tren, me da mucha vergüenza jajajaja

Un beso grande

San dijo...

Entre tanto dolor siempre hay un brote de alegría, afortunadamente. Tragícos esos días que permaneceran siempre en el recuerdo de todos.
Un abrazo.