miércoles, 18 de junio de 2014

ESTE JUEVES...HECHIZOS, GUALICHOS, SACRIFICIOS, OFRENDAS...


   Vilma no cree en hechizos ni brujerías, sin embargo tiene una gran habilidad para saber lo que la gente quiere oír y convencerla de lo que ella dice. Por eso, ha adquirido a través de internet algunos conocimientos sobre ocultismo y tarot y ha puesto una pequeña consulta en el cuarto de la plancha de su casa, que ha decorado con los objetos más extraños y diversos. Hasta ahora le ha ido bien.
   Son las cinco y su cita acaba de llamar a la puerta. Vilma se sorprende al ver a una mujer morena, muy guapa y de aspecto exótico. Cuando pasa al cuartito, le pide llorando un conjuro para que la amante de su marido se vuelva tan repulsiva que él la abandone. Vilma le dice que vuelva la primera noche de luna llena con un pelo de la chica, unas gotas de semen de su marido y un frasquito de su propia orina recogida ese mismo día por la mañana. Se lo ha inventado todo, pero observa satisfecha que la mujer le presta mucha atención y parece confiar en ella.
   Cuando llega el día, Vilma recita el conjuro, que ha sacado de internet, a la luz de cuatro velas negras mientras mezcla los ingredientes, los guarda en un pequeño frasco y se los entrega a la mujer diciéndole que en menos de un mes hará su efecto.
   A la mañana siguiente, Vilma se mira en el espejo y se ve una pequeña pústula rezumante de pus en la barbilla. A medida que van pasando los días, la cara y el cuerpo de Vilma se van llenando de llagas, ulceras y abscesos sin que los médicos puedan hacer nada por ella.

   Aún no ha pasado un mes cuando Vilma, con el cuerpo supurante y la cara completamente deformada, muere entre fiebres y delirios mientras la belleza morena que atendió en su consulta, retoza feliz en la cama con su marido.

  Puedes encontrar más historias en EL BALCÓN DE CASSS


                                       Gracias por el regalo Casss, es precioso!!!!

jueves, 5 de junio de 2014

ESTE JUEVES...EL MUNDO LABORAL



   Este jueves Encarni nos propone hablar sobre el mundo laboral en toda su extensión y esta vez mi relato es completamente real. Puedes leer más sobre el tema en BRISA DE VENUS.


   Has llegado 10 minutos antes de lo normal. Fichas. Saludas a tus compañeros con un “buenos días”. Miras el libro de servicios: “ perrera”. Qué bien, piensas, una mañana tranquila. Pasas por la cocina, coges el walkie y las llaves. Esperas a que te abran los enormes portones entre los altos muros acabados en tres hileras de concertinas con sus pinchos disuasorios. Llegas a tu puesto de trabajo, es una pequeña garita cuadrada rodeada de cristales por todos lados. Enciendes las cámaras. Miras el habitáculo, está sucio, desde que redujeron el personal de limpieza ya no se limpia todos los días. El mobiliario está viejo y desvencijado. Te pones a escribir el relato del jueves, no tienes nada que hacer hasta que no venga el primer camión. Solo escuchas la megafonía de los módulos anunciando el recuento. Suena el teléfono y la guardia civil te avisa de que va a entrar el primer camión, tenéis que pulsar el botón nº 1 a la vez para que se abra el portón. Es la compactadora de basura, compruebas su identificación, llamas al funcionario de cocina para avisar de la entrada del camión, abres el portón 2, lo cierras cuando pasa el camión y abres el 3, que cierras cuando compruebas por la cámara que ha entrado. Anotas en el libro la hora de entrada, la matrícula y el nombre del conductor. Por la cámara compruebas la actividad del camión en el muelle. Cuando termina empiezas el proceso inverso: abres el portón 3, lo cierras, abres el portón 2, lo cierras. Cuando pasa por el foso miras los bajos del vehículo a través de la cámara, sales y revisas la cabina, todo está correcto. Llamas a la guardia civil y a la vez apretáis el botón para abrir el portón 1. Repetirás este proceso unas quince veces a lo largo de las 7 horas que tienes que estar aquí, pero entre camión y camión podrás leer o escribir.

   Tu trabajo es monótono y aburrido pero no te quejas. Tienes un trabajo fijo, un sueldo decente y muchos días libres para dedicarte al trabajo que te hubiera gustado tener: escribir.



   No he podido evitar poner un toque de humor del genial Forges.