jueves, 26 de mayo de 2016

ESTE JUEVES................................."UNA NOCHE EN EL MUSEO"



   Este jueves la cita es en el blog de Lucía donde nos invita a participar en su convocatoria "Una noche en el museo". Si queréis leer todas las historias participantes podéis pinchar en este enlace:Sintiendo en la piel


      Seis años después, la exposición de Rubens ha vuelto al Museo del Prado, como aquel
día funesto en el que ocurrió todo. Elisa, abatida por una profunda depresión y aconsejada por su psicóloga,  acude de nuevo al mismo lugar para intentar ahuyentar a los fantasmas que la persiguen cada noche en sus pesadillas. Vuelve a entrar en la gran sala del museo que se encuentra abarrotada de gente, como aquel día. Está sola. No ha querido que nadie la acompañe. Necesita convencerse a sí misma de que no fue culpa suya, de que fue solo un instante y de que a cualquier madre podría haberle sucedido lo mismo.
   Javier estaba muy cansado, un museo no era el sitio más divertido para un niño de tres años, pero ella tenía que ver el cuadro. Era la primera vez que Sansón y Dalila venía a España. En ese momento no había apenas gente, lo dejó sentado en el banco de enfrente mientras ella se acercaba y lo controlaba por el rabillo del ojo,  sentado en el banco, jugando con su cochecito. De pronto  entró el grupo de turistas japoneses colocándose  entre ella y el niño. Lo perdió de vista y  cuando llegó a su lado ya no estaba.
   El corazón se le acelera y las manos le sudan cuando recuerda el momento. Lo buscó por todas partes, entre la gente. Nerviosa, le preguntó al guardia de seguridad de la puerta de la sala, pero  no había visto nada extraño. La ayudó a buscar. Otros guardias se unieron  a ellos. Buscaron  en los baños, en los cuartos privados, en las escaleras. Pasaron toda la noche en el museo y no encontraron ni rastro. Tuvo que llamar a Luis, su exmarido, que la miró con odio y la acusó de ser una irresponsable. Habían tenido muchos  problemas con su custodia, pero finalmente el juez se la dio a ella. Él jamás se lo perdonó.
   Ahora se sienta en el banco donde dejó a su hijo. Han cambiado la disposición de los cuadros. Aquel día estaba enfrente Sansón y Dalila, hoy es Saturno, devorando a un hijo. Aquella vez no lo vio. Hoy, sus ojos se quedan clavados en el cuadro y de pronto entiende lo que pasó aquel día…
   Si un dios fue capaz de devorar a sus hijos por temor a que lo destronasen, ¿qué no sería capaz de hacer un simple mortal por hacer daño a otro?



19 comentarios:

Ilesin dijo...

Un relato con mucha fuerza y tristeza por un suceso que mejor no vivir nunca.
Besos

CARMEN ANDÚJAR dijo...

Hay personas capaces de hacer mucho daño, parece mentira pero las hay. Una historia triste pero real como misma vida.
Un abrazo

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Saturno devoró a hijos inmortales, cuyo sufrimiento no terminaría con la muerte.

Sí, eso puede pasar, lo que cuenta el relato. Elisa debió quedar muy impresionada con ese cuadro.

Un abrazo.

Tracy dijo...

Hay cuadros que pueden cambiar tu vida y en algunos casos por experiencias terribles.

Sindel Avefénix dijo...

Es terrible este relato, Charo! Me estremeció mucho ese final.
Y la respuesta es que el ser humano es capaz de hacer cualquier cosa, lamentablemente, sobre todo si está desquiciado como en el caso de este relato.
Es excelente, pero durísimo.
Un abrazo.

Neogeminis Mónica Frau dijo...

ajjjjjjj que terrible experiencia que, seguro, jamás podrá olvidar!...claro que sí, sobran los ejemplos en donde la gente es capaz de hacer la maldad más grande como para castigar a quien antes dijo amar. Por odio y despecho, hay seres capaces de transformarse en monstruos.
Un abrazo

José Antonio López Rastoll dijo...

Me ha parecido un relato magistral, tanto en su exposición como en el desenlace. Hace tiempo te dije que lo más terrorífico es el demonio que llevamos dentro. Sigo pensándolo.

Un abrazo.

Juan L. Trujillo dijo...

Desgraciadamente, en este mundo tan moderno como falto de nobles sensaciones, los simple mortales cada vez se parecen más a los trágicos dioses del Olimpo.
Muy literario y magistralmente relatado.
Un beso.

Anónimo dijo...

La vida cambia en un instante.Perder a un hijo debe de ser como perder una parte del alma..
Muy bueno
Nauthiz

yessykan dijo...

Hola, Charito.
Desquiciante, un relato con mucho poder de realismo. La foto de Saturno le resolvió la incógnita. Por desgracia existe esta clase de personas que con tal de hacer daño a su compañero llegan hacer cosas impensables.
Beso

yessykan dijo...

Hola, Charito.
Desquiciante, un relato con mucho poder de realismo. La foto de Saturno le resolvió la incógnita. Por desgracia existe esta clase de personas que con tal de hacer daño a su compañero llegan hacer cosas impensables.
Beso

Lucía m.escribanoblogsport.com dijo...

Este cuadro de Saturno me dá escalofrios! Representa lo más ruin de un padre, aunque este se crea un dios.
Demasiados dioses campan a sus anchas en nuestros dias, creen que todo les pertenece y que pueden destruir lo que han creado sin ningun tipo de reparo.
No me extraña que la pobre madre se volviera loca. Magnifico relato querida Charo.
Gracias por participar este jueves.
Abrazos amiga.

Lucía m.escribanoblogsport.com dijo...

Este cuadro de Saturno me dá escalofrios! Representa lo más ruin de un padre, aunque este se crea un dios.
Demasiados dioses campan a sus anchas en nuestros dias, creen que todo les pertenece y que pueden destruir lo que han creado sin ningun tipo de reparo.
No me extraña que la pobre madre se volviera loca. Magnifico relato querida Charo.
Gracias por participar este jueves.
Abrazos amiga.

Anónimo dijo...

Tremenda historia, llena de creatividad y fuerza literaria. Me ha encantado Charo. Denuncia de una lamentable situación que intuyo mucho más habitual de lo que debiera ser. Los hijos jamás deberían pagar los desafectos de los padres, es ruín e inhumano.
Un fuerte abrazo.

María dijo...

Impresionantes son algunos cuadros, como impresionante es tu relato juevero, me ha encantado. Y esa pregunta también la hago yo alguna vez, el daño que, a veces, puede hacer el humano.

Un besazo.

Mag dijo...

El ser humano es el único animal que sabe pensar para hacer daño, que mata por el placer de hacerlo, que destruye sin instinto... sin raciocinio...

Un beso muy grande.

Pablo dijo...

Hola; tu relato también es inquietante, sobre todo cuando lo entiende todo con el cuadro. El conocimiento también es el inicio de la locura. Un abrazo.

MOLÍ DEL CANYER dijo...

Me he quedado impresionada, relatas una realidad constante y dura. Cuantos utilizan a sus hijos como arma arrojadiza contra su pareja? Creemos que nuestros hijos son de NUESTRA propiedad, no los vemos como seres que estan aqui porque vinieron a traves de nosotros. Realmente me he quedado impactada, magnifico y duro escrito. Besos.

MOLÍ DEL CANYER dijo...

Me he quedado impresionada, relatas una realidad constante y dura. Cuantos utilizan a sus hijos como arma arrojadiza contra su pareja? Creemos que nuestros hijos son de NUESTRA propiedad, no los vemos como seres que estan aqui porque vinieron a traves de nosotros. Realmente me he quedado impactada, magnifico y duro escrito. Besos.