domingo, 27 de marzo de 2016

PELUSILLAS EN EL OMBLIGO de JOSÉ A. LÓPEZ RASTOLL Y ESTHER PLANELLES ARRÁEZ




TÍTULO: PELUSILLAS EN EL OMBLIGO
AUTORES: JOSÉ ANTONIO LÓPEZ RASTOLL Y ESTHER PLANELLES ARRÁEZ
EDITORIAL: LASTURA
AÑO DE PUBLICACIÓN: 2015
GÉNERO: MICRORRELATOS

   "¿Qué es una pelusilla? Según el María Moliner, la «aglomeración o conjunto de filamentos muy tenues; por ejemplo, el que se forma debajo de los muebles cuando la limpieza no es escrupulosa». El diccionario omite —tal vez por ser una cochinada—la basurilla que se produce en el ombligo. Nosotros hemos querido reivindicar la existencia de esas bolitas que oscilan, como caimanes, entre la sensibilidad a flor de piel y el mordisco certero. Unas veces, abiertas a la interpretación. Otras, transparentes como el aire. En muchas ocasiones, cercanas a los problemas de la gente. Sin lugar a dudas, una manera de ahorrar en psicoanalista y dietas milagrosas. Pelusillas en el ombligo es el libro ideal para picar entre libros. Solo engorda la imaginación."

    Este es el texto que a modo de resumen ilustra la contraportada del libro. No he podido resistirme a copiarlo literalmente pues me parece que nos muestra a la perfección la esencia del libro o "librito" porque lo primero que me llamó la atención es que todo es pequeñito en este trabajo excepto su calidad, su ingenio y su imaginación. El libro consta de 101 páginas, mide casi un palmo de largo y algo menos de ancho. Su portada es espectacular en cuanto a sencillez, pero desde que la ves te enamoras de esas tres pelusillas tan monas que la ilustran (cómo me gustaría que las pelusillas que me encuentro por mi casa, en cuanto un día no paso la mopa, tuvieran ese aspecto...o puede que no, porque entonces no me atrevería a echarlas...).
     Escribir microrrelatos no es fácil. Compilar una historia que tenga sentido en tan pocas palabras es algo que no todo el mundo puede hacer y mucho menos con la maestría que lo hacen José Antonio y Esther. Tampoco resultan fáciles de leer, algunos requieren atención especial para entender bien el significado que crees que puede haber querido darle el autor, pero cuando lo haces, es como si un mundo mágico se abriera ante tus ojos y descubres en tres líneas lo que otros no serían capaces de expresar en diez.
     Este libro no está hecho para leerlo de una sentada, aunque sin duda podrías dada su pequeña extensión, sino que está hecho para saborearlo a pequeños sorbitos, deleitándote en su sabor dulce unas veces, otras en su sabor amargo, en ocasiones en su acidez y cómo no, también en ese toque picantón que tienen muchos de los relatos.
    Yo iba poniendo, a medida que los leía, un asterisco con lápiz al lado del título para señalar los que más me gustaban, después volvía a leer los que no tenía señalados y al final acabaron casi todos con su asterisco.
    Es un libro que todo amante de la lectura, en especial los del cuento breve, debería tener en su mesilla de noche o en su bolso para leer y releer en cualquier momento.
     Entre los señalados con el asterisco he escogido dos como muestra de lo que digo:

     VENDETTA
   “El cuerpo del fabricante de lápices fue hallado en la mina Borrowdale. Los forenses de Scotland Yard han confirmado un ataque cataléptico y su esposa, despechada, ha denunciado al sicario”
     FIN
  “Persiguió al perrito hasta la extenuación, y cuando perdió de vista a su escurridizo amigo comprendió que lo buscaría al día siguiente, y al otro, y al otro. El último hombre sobre la tierra supo que no sería capaz de soportar otra noche solo”





8 comentarios:

Anónimo dijo...

Tienes razón, Charo, el microrrelato no es un género sencillo. La primera vez que abordé el microcuento me pareció imposible, irritante incluso; después de escribir muchos, reescribir algunos y desechar otros, comprendí que era más fácil escribir una novela corta que un minicuento.

A José Antonio y a mí nos llevó bastante tiempo decidir qué microrrelatos entrarían en el libro y cuáles no. Echando la vista atrás, me doy cuenta de la magnitud del trabajo: escribirlos, juzgarlos sin sentimentalismos, cribarlos una y otra vez -y otra vez-, organizarlos para alcanzar un equilibrio perfecto, o casi.

Después comprobar que eres una lectora exigente y justa, ver publicada la reseña de "Pelusillas en el ombligo" en tu blog es una recompensa muy valiosa que agradezco humildemente, agradecemos.

Un abrazo.

José Antonio López Rastoll dijo...

Me ha parecido una reseña muy sincera, Charo. Transparente, diría yo. Sabía que te gustarían las pelusillas picantonas, aunque vivimos en una sociedad todavía muy pacata.

Un abrazo.

Charo dijo...

Estoy segura de que no ha sido una tarea fácil ni escribirlos ni seleccionarlos pero el resultado es espectacular.La verdad es que creo que lo que ha predominado en mi cara al leerlos ha sido la sonrisa y eso es algo muy de agradecer.
Por lo que dices deduzco que tenéis relatos que habéis descartado que tal vez puedan estar en un "Pelusillas en el ombligo II"...
Un abrazo y mucha suerte con el libro.

Charo dijo...

Ja,ja,ja...pues sí, para qué voy a negarlo!Me han gustado mucho los picantones...
Entre los señalados con el asterisco también está este: "Vivió su primer terremoto a los once años, cuando descubrió una bolita mágica entre las piernas".
Un beso y mucho éxito con el libro, os lo merecéis sin duda!

José Antonio López Rastoll dijo...

Ese es uno de mis favoritos también. Me pregunto quién habrá sido el descarado que lo habrá escrito.

Un abrazo.

José Antonio López Rastoll dijo...

Muy bien tienen que ir las cosas para llegar a un Pelusillas 2. Lo que demanda el público son novelas de quinientas páginas.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Bueno,pues nos introducimos en el mundo de las pelusillas y el microrrelato.Probaré este género por primera vez.
Nauthiz

Charo dijo...

Quizás si no estás acostumbrada te cueste un poquito pero una vez que le cojas el tranquillo verás cómo te gusta.