Me he permitido transgredir "un poquito" la consigna de este jueves ya que hice este relato para un curso de relato erótico y al ver la consigna "juevera" me pareció que podría valer.
SU DIOS
Cada día lo veía dos horas. Él ni siquiera de percataba de su presencia,
subido en su pedestal miraba al frente con la cabeza alta, orgulloso de su
cuerpo y sabedor del deseo que provocaba. Ella lo miraba, deseaba que esos
brazos fuertes y torneados rodearan su cuerpo, tocar, apretar, amasar sus
glúteos duros y bien definidos. Imaginaba su miembro erecto dentro de ella, se
preguntaba cómo sería sentir el empuje
de un cuerpo así, con las proporciones perfectas, todo músculo, terso, suave, sin
notar la masa blanda y gelatinosa que
caía sobre ella cuando hacía el amor con su marido. Sentada en una esquina,
observaba a la gente pasar y quedarse maravillada por la belleza de ese cuerpo.
Hoy era el día, había cambiado el turno con una compañera para hacer el
último. Cuando llegó la hora de cerrar el museo y la sala se desalojó, Lucía
tapó la cámara de seguridad con su chaqueta y acercó su silla al pedestal. Su
respiración estaba acelerada, el peligro de ser descubierta la excitaba aún
más, su cuerpo temblaba y su sexo estaba
húmedo y caliente. Mirando hacia los
lados se desabrochó el pantalón y
comenzó a masturbarse con una mano mientras se apretaba a su dios y tocaba el cuerpo duro y frío de la estatua de
Apolo.
Cualquier locura es posible si de satisfacer una atracción sexual como la que nos describes, se trata.
ResponderEliminarUn abrazo.
Fue a partir de una pintura, así que para mí esta bien. Muy provocativo y bien escrito.
ResponderEliminarpobre mujer la de tu relato! jejeje...se la ve muy necesitada!...además, si bien la estatuo se ve muy "tentadora" en cuanto proporciones de musculatura y rasgos generales, hay otros "detalles" del Apolo que -al menos por lo que se ve de lejos- resultan precisamente, demasiado "menores" como para erotizar! jajaja...pero bueno, para todo hay gustos! ajjajaa
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por sumarte1
La atracción y el deseo tiene este punto irracional y salvaje.
ResponderEliminarun saludo :)
Ya se sabe, el deseo no será ciego (evidentemente) pero sí inconsciente... Pobre!
ResponderEliminarAy qué penica la pobre... Es como la versión femenina de Pigmalión, pero a lo bestia... Buen relato.
ResponderEliminarUn saludo.
Una nueva forma de erotismo, el exhibicionismo y una versión de necrofilia. Muy bueno.
ResponderEliminarUn beso.
Apolo por fin ha encontrado el ardor de una mujer de carne y hueso.
ResponderEliminarAhora que lo pienso, merecía algo más que una estatua. Si se parece a la mujer del cuadro, merecía una verdadera aparición del dios.
ResponderEliminarMucha sensualidad y ardor... A veces, las fantasías se despiertan donde menos lo esperamos y con quien menos podemos pensar. Me ha pasado al leerte... me imaginé a un hombre de carne y hueso despertando su apetito insatisfecho, pero no! Seguro que es mérito de el escultor, plasmar una obra que genere tal atracción!
ResponderEliminarBesos.
Gaby*
Vaya fantasías tenía esta mujer ¿no? Bueno, cada cual disfrute cómo quiera o cómo pueda. Buen relato. Un beso.
ResponderEliminarUna buena fantasía. Es que esas esculturas tan perfectas es lo que tienen, a veces se comparan, y salen ganando; sin embargo ya se sabe, no hay competencia posible, es un Dios.
ResponderEliminarUn abrazo
Buen relato, así alcanza a disfrutar de su fantasía.
ResponderEliminarCon permiso, se me ocurre algún final de cuento fantástico, p.ej. la estatua se convierte en hombre real, que es lo que era antes que la escultora (aunque tuviera nombre masculino, lo esculpió una mujer) lo transformara en estatua dado que él no se interesaba por ella.
O a lo mejor era un sapo y ¡vaya susto la pobre protagonista!
Besos.
Ya se sabe que el sexo se alimenta del pensamiento, cada cual tiene sus fantasías.
ResponderEliminarMe ha gustado tu forma de narrarlo, es erótico, que es lo que tratabas de hacer.
Un beso.
Leonor
De la piel a la piedra, se ve que solo hay un paso, bueno en este caso algo más.
ResponderEliminarMuy lograda esa sensación de desamor y casi asco, que mantiene la protagonista con su pareja.
Un abrazo.
Cada uno con sus gustos y sus fantasías!!! Es una historia muy sensual y erótica que está redactada de una manera que despierta sentidos.
ResponderEliminarMuy original!!!
Un beso.
¡pobre mujer enferma y carenciada! Me hace recordar aquello de SOBRE GUSTOS NO HAY NADA ESCRITO Charo......
ResponderEliminarpara serte honesto Charo, me has decepcionado con este escrito el que ha pesar de ser una persona normal , tu relato solamente me produzco asco y un profundo interrogante acerca de como es que desperdicias la hermosa vida en hablar de estos desvíos enfermizos de esta manera; siendo que tal vez eres capaz de transmitir mejores mensajes......TE SALUDO CON UN GRAN RESPETO!!
ResponderEliminarLa señora no se quedo solo con la fantasía, la sacio sensualmente, casi sin temor a que la hallen.
ResponderEliminarQue situación si así fuera, esa es otra historia.
Un abrazo :)
Creo que no acabo de comprender que alguien prefiera la frialdad de la piedra, al calor de un ser humano...Quiza tu protagonista tenia algún problema para relacionarse con los hombres...He sentido pena de sus carencias.
ResponderEliminarBesos guapa.
Lao, respeto mucho tu opinión, pero se trata de un relato y yo escribo sobre todos los temas.Siento haberte decepcionado, espero que eso no implique que no me vayas a leer más...por supuesto acepto todas las críticas pero te aseguro que soy una persona muy normal. Un saludo
ResponderEliminarbeautiful blog kisses albert
ResponderEliminar