Sentada en el brocal, recordaba aquel día de primavera en el que, ilusionada,
tiró su moneda y deseó encontrar a un hombre que la quisiera tanto como a su
propia vida. De esto hacía bastantes años, y el pozo milagrero se lo había
concedido.
Carlos la quería tanto tanto, que no permitía que ningún otro hombre
posara siquiera su mirada en ella.
Tanto, que llegó al extremo de asfixiar (aunque esto no lo pudiera
demostrar) a su hijo a los pocos meses de nacer, para que nadie se interpusiera
entre su amor. Tanto, que la había separado de su familia y amigos para tenerla
cautiva en una jaula de oro y solo poder mirarla él. Recordó entonces una frase
que leyó en algún sitio “ten cuidado con lo que deseas, podría hacerse realidad”
Con lágrimas en los ojos, se dejó caer al negro abismo del pozo y deseó dejar
de desear para siempre.
Mas deseos en el pozo de SAN
Esa frase tiene su punto de meditación, muchas veces deseamos cosas que haciendose realidad, se vuelven contra nosotros.
ResponderEliminarMenudo final el de la mujer.
Un abrazo.
Que angustia, arrojar la vida donde mismo se arrojo la moneda de los deseos, cerrar un circulo, cerrar los sueños...
ResponderEliminarUn beso
Me adhiero al comentario de Rosa, se cierra el círculo. El mismo deseo que le concedió el pozo, tan literalmente correcto, supuso su deseo de acabar su vida.
ResponderEliminarBuen relato, besos.
Buen relato Charo. Aunque me gustaría fantasear con la idea de que los Pozos de Los Deseos, cumplen solamente las buenas intenciones. Queda muy claro en tu historia que los celos enfermizos nada tienen que ver con el Amor. Un saludo para Vos....
ResponderEliminarTerrible.
ResponderEliminarEstá claro que hay que poner cuidado en formular los deseos. Tanto como a su propia vida, no fue una buena idea incluir estas palabras.
Pués sí, a veces es mejor no desear, por si se cumple, y en este caso fue para mal.
ResponderEliminarUn abrazo
Es peligroso pedir eso, querer más que a la propia vida, más bien no querer, canibalismo puro. Cuidadito con el pozo de los deseos, pero puestos a desear ¿quién nos frena? Has descrito el límite del deseo que si se cumple...resulta lo contrario. Buena versión, el pozo tiene su fondo.
ResponderEliminarBesito.
Hola, el deseo más acertado tal vez habría sido conseguir a un hombre que la quiera igual que su propia vida. ¿Pero quién va a hilar tan fino?
ResponderEliminarCarlos resultó ser un celoso obsesivo y posesivo, enfermo mental para cerrar, ella debió haber huido de su lado en lugar de quitarse la vida.
Mira como nos haces hablar a todos!! Soy nuevo, te felicito.
Un abrazo grande.
Terrible relato, veo que a las dos nos inspiró casi el mismo tema. Será que es algo tan corriente hoy en día que no se puede evitar escribir sobre esto.
ResponderEliminarMe gustó mucho Charo.
Un beso enorme.
Increible relato para conocer tu blog. La muestra de que no hacen falta tantas palabras para crear arte. Un placer. Voy a volver y te espero por mi casa.
ResponderEliminarHay amores que no son tales, pero engañan.
ResponderEliminarUn abrazo
Desgraciadamente no es ficción. Una realidad cotidiana la que nos apuntas, para que no olvidemos ese pozo de doble lectura.
ResponderEliminarExcelente texto, directo al estómago.
Besos
Esa frase es totalmente cierta, hay que pensar lo que se pide.
ResponderEliminarCierto es que hay que tener cuidado con lo que se desea. No en vano, muchas fábulas cuentan como los deseos se vuelven en contra de aquellos que lo formularon... Lo terrible es que tu fábula es más cotidiana de lo que nos gustaría...
ResponderEliminarGracias por compartirte.
Tremendo, Charo, con razón dicen que hay amores que matan. Un beso.
ResponderEliminarYa lo advertía San... y tal cual puede suceder. Nunca estamos seguros de nada, solo la vida nos va enseñando a veces con una dureza insoportable y fatal.
ResponderEliminarEl toque de amargura que nos deja el relato, está plenamente justificado por el mensaje que nos trata de trasmitir.
un fuerte abrazo.
Del amor a la obsesión hay un paso...Saludos
ResponderEliminarViendo que el pozo funciona... podía haber "modificado" su deseo.
ResponderEliminarUn beso.
Me ha gustado mucho el microrrelato. Corto pero intenso. Besos
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