Alfredo nos ha propuesto esta semana escribir sobre un lugar, ciudad o monumento dando suficientes pistas, pero sin descubrir el lugar, siendo los lectores los que deben hacerlo dejando su respuesta en los comentarios.
Espero que adivinéis dónde he estado yo este verano, creo que es fácil.
Podéis ver todos los relatos pinchando en el enlace: La plaza del diamante
Es
agosto, y en la calle el calor es abrasador, pero cuando entramos, el recinto
se encuentra muy fresco, tal vez incluso demasiado. La primera impresión que me
da es que hay poca luz, pero poco a poco mis ojos se van adaptando, aunque es
necesario acercarse para apreciar los detalles. Si hay algo que me fascina de
este autor, es la multitud de figuras extrañas que aparecen en sus o obras y la
gran imaginación que debió poseer. Según el folleto que cogemos a la entrada,
la exposición está dividida en secciones de carácter temático, dada la
dificultad que plantea fijar su cronología. Se han incluido en la muestra
miniaturas, grabados a buril, relieves y manuscritos para ayudar a comprender
el ambiente en el que se gestaron sus obras.
Desde luego la ocasión es única,
por eso tenemos las entradas desde hace tiempo, para evitar las largas colas
que cada día rodean el edificio. Para
que se celebre aquí, en Madrid, donde se encuentran sus obras más famosas,
gracias a Felipe II que era un gran admirador, han colaborado ciudades de todo el mundo como
Lisboa, Nueva York, París, Filadelfia, Venecia, Gante, Róterdam, Kansas City,
Berlín y otras muchas .
La gente se agolpa ante los cuadros más
famosos y espectaculares y hay que esperar en cada uno de ellos para adelantar
posiciones y poder disfrutar de cada detalle. Parecen escenarios de una película
de terror donde nos encontramos con todo
tipo de seres demoníacos e infernales,
animales imposibles, monjes oscuros, guadañas, cuchillos, fuego, destrucción,
muerte, cabezas cortadas, cuerpos desmembrados, cabezas de pájaros con cuerpos
de pez…En otros nos muestra también la otra cara de la moneda: ángeles,
jardines paradisíacos, animales exóticos, coloridos pájaros, cielos azules,
plantas exuberantes y apetecibles frutos, representados como algo efímero o como recompensa final.
Me llama la atención el boceto original de
una figura creada por el autor, introducida después en un famoso cuadro.
Representa a un “monstruo antropomórfico con cabeza humana, cuerpo ovoide y
hueco, y árboles muertos a modo de extremidades que se apoyan en canoas”. Como
dato curioso, me sorprende saber que incluso se ha llegado a interpretar como
un autorretrato del artista. Se titula El
hombre árbol.
Creo que te refieres a la Exposición del Bosco que se encuentra actualmente en el Prado
ResponderEliminarUn abrazo.
Visitar un museo o una exposición siempre es un buen plan, sobre todo, cuando el calor aprieta.
ResponderEliminarUn abrazo.
Coincido con Tracy, la obra del Bosco debe ser atrapante por su particular simbología surrealista, más cuando se considera el tiempo en el que fue realizada. Buen relato y buena propuesta para intentar adivinar. Un abrazo
ResponderEliminarSe presentan en tu relato los cuadros de Él Bosco,con todos sus oníricos detalles! siento como si los hubiera visto con mis propios ojos!!
ResponderEliminarNauthiz
Supongo que será El Bosco. Excelente pintor. Desde lugo sus cuadros ha dado para miles de historias.
ResponderEliminarMuy bien descrito.
Un abrazo
Estoy de acuerdo con los anteriores comentarios y tomo nota para visitar la exposición del Museo del Prado.
ResponderEliminarBesos.
Coincido con mis compañeros y siento envidia por no poder tener más cerca esa exposición. Ha sido de gran ayuda la explicación de los detalles que se muestran en las obras.
ResponderEliminarUn beso.
Totalmente de acuerdo con los compañeros, en Madrid y con calor que mejor sitio para estar. Me encanta la forma como lo relatas, besos.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con los compañeros, en Madrid y con calor que mejor sitio para estar. Me encanta la forma como lo relatas, besos.
ResponderEliminarAcabo de visitar la pagina del museo del prado y pude deleitarme con parte de la obra del Bosco cuyo nombre es en realidad Jheronimus Van Aken, de esto yo no tenia idea.
ResponderEliminarEstoy disfrutando de la actividad juevera y me gustó tu propuesta.
Abrazo fuerte Charo
Me suena al Museo del Prado y al Bosco y sus obras alegóricas. Buena descripción. Un beso. Pablo.
ResponderEliminarGracias Charo por participar en esta propuesta tan caprichosa. No he querido leer los comentarios anteriores para no conocer de antemano la solución. He acertado. Las pistas eran suficientes y muy buenas. La obra de El Bosco, a pesar de su maravillosa grandilocuencia, no es santo de mi devoción; es culpa mía ¡Seguro! Gracias de nuevo por sumarte a mi convocatoria. Besos
ResponderEliminarHe indagado a través de las pistas que nos proporcionas y éstas me han encaminado a El Bosco. Luego la lectura de los comentarios me sugieren que he acertado. Me ha encantado tu descripción.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Reconozco que no sabía bien dónde estaba. Un Museo sí y he pensado en El Prado pero no he podido indagar mucho más, en cambio, la exposición es espectacular.
ResponderEliminarBesos.
Diste buenas pistas pero tuve que mirar los comentarios, para saber.
ResponderEliminarBien planteado.
Un abrazo.
Bueno chicos! Habéis acertado casi todos! Creo que era fácil y he dado bastantes pistas.Efectivamente se trataba de la exposición por el V centenario de la muerte de El Bosco que se ha celebrado en el museo del Prado de Madrid. Alguno ha dicho que no le gustaba este pintor, pero a mí siempre me ha encantado.
ResponderEliminarSe acaba el 11 de septiembre así que todavía podéis visitarla.
Besos a todos y gracias por vuestros comentarios.