Durante la calurosa tarde de agosto, tan
solo tres personas habían entrado en la relojería más interesadas por el aire
acondicionado que por los relojes, por eso, cuando vio entrar a la joven y
dirigirse a la vitrina de los smartwatch, algo en su aletargado cuerpo se puso
en tensión. Era una chica espectacular, con una negra melena espesa y larga que
contrastaba con su piel excesivamente blanca, sus ojos de un helado azul índigo
maquillados de un tono gris oscuro y unos labios sensuales y carnosos rojos como
la sangre.
— ¿Quieres
probarlo?—le dijo acercándose a ella. Y
casi sin esperar respuesta sacó el reloj de la vitrina y se lo mostró. Es el
último modelo de Samsung y te dice hasta
lo que has desayuno por la mañana— dijo sonriendo y colocándoselo en la muñeca.
Tocó la pantalla y todos los sensores e indicadores se encendieron excepto el
del corazoncito rojo. Apagó y volvió a encender hasta tres veces, pero la
leyenda: “no se detecta ningún tipo de
latido” continuó apareciendo.
—Vaya, parece que no
funciona muy bien, no detecta tu corazón—dijo.
—Es que no tengo
corazón—contestó ella con una gélida sonrisa que provocó en el dependiente una
sonora carcajada de puro nerviosismo.
Después de aquella anécdota, se encontró
con la chica una noche, tras haber
tomado unas cuantas copas que le dieron el valor suficiente para dirigirse a
ella. Incomprensiblemente a los diez minutos empezaron a besarse y a los
treinta ya estaban dirigiéndose a casa de la chica que casualmente estaba al lado. Rebeca, que
así se llamaba, le parecía la criatura
más misteriosa y cautivadora que había conocido en su vida y cayó totalmente
desarmado en sus redes. Sus caricias le provocaron una excitación hasta entonces desconocida y no le
permitieron ver nada a su alrededor que
no fuera la blancura y las sensuales formas de su cuerpo. Fue al final, al caer
a su lado en la cama totalmente exhausto, cuando, entre la penumbra reinante en
la habitación, sus ojos se fijaron en la pared de enfrente para descubrir una
estantería repleta de urnas transparentes que alojaban en su interior masas de
carne sanguinolentas y palpitantes.
Antes de que Rebeca le clavara el cuchillo
en el pecho, al muchacho le dio tiempo a ver en la pantalla de su reloj
inteligente que eran las 00:00 horas y un corazoncito rojo que palpitaba,
aunque no sería por mucho tiempo, pensó.
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Interesante a la ves despeluznante.
ResponderEliminarQuise decir " a la vez que despeluznante"
ResponderEliminarJajaja! Gracias Tracy, ya lo había entendido... aunque no sabía que se podía decir "despeluznante", yo siempre había oído "espeluznante". Todos los días se aprende algo.
EliminarGuauuu eso si que no me lo esperaba! El dato de no registrar el corazón alentaba sobre que algo poco natural se venia, jeje, pero no este final macabro... Pobre tipo! 😁 un abrazo
ResponderEliminarBueno, ya sabes que yo soy muy macabra ja,ja...no podía dejar al tipo con corazón!
Eliminar¡Hola! Qué fuerte, eso por tomarse a broma lo de no tener corazón (?) Increíble final y el corazoncito, te deja una sensación extraña >.< me encantó.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Además de no tener corazón era un poco rarita...
EliminarGracias Roxana!
En una ocasión me probé un reloj de esos y tampoco detectaba mi pulso,mis acompañantes me llamaron poco menos que muerta viviente, pero no me he comido a nadie de momento.
ResponderEliminarBuen relato
Nauthiz
Este relato está inspirado en ese día ja,ja,ja. Te dije que algún día lo utilizaría...
EliminarGracias Nauthiz! Un beso
Hola Charo, después de un tiempo prolongado para mi, regreso contigo a los Jueves, y con nuevo blog (renovarse es vivir.... ;)
ResponderEliminarhttps://lapiazzadellaluna.blogspot.com.uy/2017/08/los-jueves-un-relato-reloj-que-marcas.html
Pues un gusto que hayas vuelto en mi convocatoria! Tú siempre en constante evolución, me encanta!
EliminarUn beso
Se apuró blogger, a publicar. Te dejo besos y deseos de buena suerte!!!
ResponderEliminarElla le advirtió, y el que advierte no es traidor. Aunque suponer que le arrancaría el corazón porque ella no tenía no era una deducción lógica, pero b por lo menos debería saber que el reloj no estaba estropeado.
ResponderEliminarNo era lógico no, pero a veces las cosas no lo son, por eso sorprenden tanto ja,ja.
EliminarEl reloj y ella se lo avisaron pero quien podía haberse resistido a la atracción. Incluso de haber anticipado, habría elegido el riesgo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tú lo has dicho Demiurgo, era imposible resistirse a su atracción y ella lo sabía, el pobre tipo estaba destinado a caer en sus redes desde el primer momento.
EliminarVaya, la chica sin corazón le robó el corazón. Eso suele pasar más a menudo de lo que nos creemos. Aunque quizas no tan sangriento.
ResponderEliminarUn saludo.
Jajaja, tienes razón Pikxi, ocurre muchas veces pero no de forma tan sangrienta!
EliminarWohhhh!!! Buenisimo, a veces asumir un riesgo es perder la vida pero bueno....Besos.
ResponderEliminarHay tentaciones que ya vienen anunciando el peligro, en cada uno está el renunciar o seguir adelante. Muy buena la inspiración que bien podría ser una metáfora de lo que ocurre cuando a diario cuando la gente se enamora y pasado el tiempo se acaba y es como si te arrancaran el corazón.
ResponderEliminarUn beso.
Mmmmm con razón decía q no tenia corazón. ..coleccionar coleccionaba pero de poco le servía.
ResponderEliminarBesos