Este jueves nos conduce Juan Carlos del blog ¿Y qué te cuento? y nos pide que hagamos un homenaje a la medicina y a sus profesionales. Podéis ver todos los relatos participantes pinchando Aquí
“No quería morir. Solo tomé más somníferos de la cuenta para desconectar
por unas cuantas horas. Me sentía deprimida y muy sola. Pero no quería morir.
Por mis hijas, por mi madre, incluso por mi perra, que me miró como si me
entendiera cuando me los tomé con un vaso de leche y me fui a la cama. Cuando
volví a verla, tenía el hocico lleno de sangre. Yo estaba desorientada,
confundida, adormilada...no sabía qué había pasado. Notaba una extraña
sensación en la cara, no era dolor, era como si una parte me faltara. Entonces
lo vi. Vi un trozo de carne en un amasijo sanguinolento a mi lado, encima de la
cama. Tara gemía y me miraba con sus dulces ojos que contrastaban con la sangre
de su hocico. ¿Era suyo el trozo de carne? De pronto un fogonazo de conocimiento
se hizo en mi cabeza, corrí al baño y me miré en el espejo. Por debajo de mis
ojos mi cara había desaparecido, no podía creerlo, parecía una película de
terror, una pesadilla de la que no me había despertado todavía. Estoy segura de
que Tara solo quería despertarme..."
Isabelle lo cuenta en la rueda de prensa, meses después de la operación,
ante el numeroso grupo de periodistas de todos los países. Es la primera vez que se hace un trasplante
de nariz, boca y labios en todo el mundo. Isabelle está tranquila, aunque a
veces se emociona y unas tímidas lágrimas se escapan de sus ojos. A veces es
una mueca de sonrisa la que se intuye en una boca ligeramente torcida. Se
encuentra arropada por su madre y su cirujano, que se ha convertido en su amigo
desde que la vio por primera vez y supo que tenía que intentarlo con ella. Lo
peor que puede perder una persona es su propia identidad como tal y eso lo
proporciona un rostro. Por eso luchó tanto para conseguir los apoyos
necesarios, aunque muchos pensaran que sólo era para satisfacer su ego.
“Cuando me siento triste y deprimida me miro en el espejo, pienso en la persona que me donó su cara y me
digo a mí misma que no debo rendirme. Ella, aún después de muerta, me da
esperanzas", continúa diciendo Isabelle ante otra pregunta, mientras mira,
con ojos de agradecimiento infinito, al hombre de la bata blanca que está a su
lado.
Nota: Este relato está basado en un hecho real. Desgraciadamente, en
abril de este año, Isabelle Dinoire murió a causa del cáncer provocado por la
fuerte medicación para prevenir el rechazo del nuevo rostro. El trasplante se
hizo en el año 2005.
Me asombra la variedad de relatos que nacen de una sola propuesta. El tuyo es impactante, sin duda; aterrador, por esa nota a pie de página. Excelente crónica, como siempre.
ResponderEliminarUn abrazo, Charo.
Es tremenda tu aportación, se pone el vello de punta.
ResponderEliminarEs tremenda tu aportación, se pone el vello de punta.
ResponderEliminarBuf tu relato verídico me ha impresionado, estremecido el interior, madre mía, de verdad que me has hecho temblar, pero es realidad, así es la vida, a veces.
ResponderEliminarEjemplar tu aportación juevera, Charo.
Un besazo.
Leí sobre ese caso y me impresione profundamente. Hoy la medicina casi puede hacer milagros. Un 😘
ResponderEliminarLeí sobre ese caso y me impresione profundamente. Hoy la medicina casi puede hacer milagros. Un 😘
ResponderEliminarImpresionante ese relato que no nace de una mente enrevesada, sino que es la cruda verdad de una realidad impactante.
ResponderEliminarNo conocía el caso y quizás por ello me has dejado con el animo a ras del suelo.
Un beso.
Emocionante y aterrador, como la vida misma. Ya sé que es un tópico, pero no valoramos lo que tenemos hasta que lo perdemos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Debe ser muy difícil reconocerse en el rostro de otra persona, doloroso perder tu identidad. Un relato muy duro más sabiendo que es un caso real.
ResponderEliminarUn beso
Recuerdo que en su dia me impacto el caso y que pensaba como debia sentirse esa señora con el rostro de otra persona, no sabia de tan triste final. Lo has relatado de forma fantastica, besos.
ResponderEliminarRecuerdo que en su dia me impacto el caso y que pensaba como debia sentirse esa señora con el rostro de otra persona, no sabia de tan triste final. Lo has relatado de forma fantastica, besos.
ResponderEliminarUna historia que no conocía, es triste saber que esa mujer falleció después de todo lo que pasó para conseguir recuperar su vida. Me ha gustado mucho, Charo. Es una lección de vida y un bello homenaje a aquellos que tienen en sus manos el don de sanar.
ResponderEliminarUn beso enorme.
Conocía la noticia del trasplante y la del fallecimiento, no otros datos que aportas y que permiten conocer bien lo ocurrido y sacar conclusiones.
ResponderEliminarMaravillosamente narrrado.
Besos.
Me ha impresionado el relato...buscar la muerte, recuperar la vida..y morir por un cáncer.... qué ironía más terrible...
ResponderEliminarMuy bueno
Nauthiz
Me ha impactado tu relato, Charo. Los cirujanos hacen lo mejor que pueden para ayudar personas como Isabelle. Es una pena que su cuerpo haya rechazado su nuevo rostro. Al menos le dieron la satisfacción que alguien se preocupo por su caso y quiso ayudarla.
ResponderEliminarBeso
Me ha impactado tu relato, Charo. Los cirujanos hacen lo mejor que pueden para ayudar personas como Isabelle. Es una pena que su cuerpo haya rechazado su nuevo rostro. Al menos le dieron la satisfacción que alguien se preocupo por su caso y quiso ayudarla.
ResponderEliminarBeso
Me maravillan a mí estas cosas la verdad. Antes podías morir por un mal corte en la mano. Ahora... se hacen verdaderas obras de creación, de vida... Y es que hay valiente y valientes, personas que no cejan en su empeño, que se atreven...
ResponderEliminarHay muy buenos profesionales en el mundo y en España tenemos de lo mejorcito en investigación, aunque no lo vemos...
Muy buen recuerdo este. La verdad es que impacta.
Un beso muy grande.
Precioso escrito , no lo conocía pero esta lleno de sentimiento y amor , el sentimiento de soledad es lo que la lleva a tomar una excesiva carga de medicación y el amor de su mascota la lleva a que los profesionales de la medicina la salven del acto de amor de perro hacía ella , pena y tristeza que por causa de los medicamentos la hayan llevado a su muerte . Gracias por compartirlo con todos nosotros .Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarExtraordinario relato Charo, como los acontecimientos que narra. Impresionante el poder reconstruir un rostro a partir de otro. Lástima que el cancer acabara con ella más tarde.
ResponderEliminarUn abrazo.
No conocía de esa historia, pero la manera como la has contado me paralizo la respiración...debe ser horrible lo que le sucedió a esa mujer..todavía me da escalofríos el saber que uno puede despertar de esa manera ...bss
ResponderEliminarMe impactó tu relato, como siempre... recuerdo este caso, y no sabía que la paciente había fallecido y bajo qué condiciones... deja pensando en muchas cosas.
ResponderEliminarUn beso.