La chica con gafas de sol negras
se sienta en el banco que hay al lado de la fuente. Le gusta escuchar el ruido
cantarín del agua en el silencio de las horas centrales del día. Una suave
brisa acaricia su rostro y le trae aromas de la primavera temprana. El aire
huele a flor de almendro y a rosas. A lo lejos escucha el graznido de un pavo
real llamando a la hembra. Intenta inútilmente recrear en su mente la imagen de
la cola desplegada que guarda de su niñez. Un petirrojo solitario lanza su
canto también en busca de su amada, se lo imagina con su pecho y su carita
anaranjados posado en la ramita del árbol que queda a su derecha, al lado del
río que baja tranquilo en esa zona aunque un poco más adelante se envalentona
entre las piedras produciendo una pequeña
agitación. Un abejorro zumba cerca de su oído izquierdo de donde le
viene el olor a lilas y se pregunta si
serán blancas o moradas. Al abejorro se suma el sonido de otro insecto que no
sabe diferenciar, componiendo una melodía de zumbidos en diferentes tonos. Una
algarabía de gorjeos se forma detrás de ella en la fuente a la que han venido a
refrescarse un grupito de gorriones que compiten entre sí por los favores de la
hembra, mientras a lo lejos oye el trinar de un mirlo.
Cuando poco a poco va llegando a sus oídos
el sonido de las risas y voces de los niños que vienen a jugar a su rincón, la
chica con gafas de sol negras despliega el bastón blanco que tiene a su lado, se
levanta y se dirige lentamente hacia la salida del parque. Esa noche soñará de
nuevo con los olores y sonidos de la primavera ya que no puede verlos.
Más relatos sobre los sonidos de la primavera o del otoño en el blog de GUS
¡linda y variada tu primavera Charo!!
ResponderEliminarAl menos tiene los olores y los sonidos.
ResponderEliminarTe has recreado en esta pintura que le has hecho a la primavera. Y se oyen sus sones perfectamente. Un abrazo, amiga Charo.
ResponderEliminarLas personas que les falta un sentido, sobre todo el de la vista, desarrollan los otros de una manera extraordinaria, es por eso que esta chica todos esos ruidos algunos imperceptibles para otros en ella se agudizan mucho, y tú lo has explicado perfecto, con esta variedad de sonidos que se va encontrando.
ResponderEliminarUn abrazo
Se impregna de sonidos para poder imaginar toda esa primavera. Hermoso relato Charo.
ResponderEliminarUn beso.
Pese a todo, tuvo ese momento de consuelo y disfrute. Seguramente ella escuchaba mucho mejor que nosotros, porque el sentido más engañoso es la vista.
ResponderEliminarUn abrazo y tu cafelito.
que ruidosa y alegre primavera. qué sensitiva, y qué placer para quien debe concentrar en menos sentidos la forma de ver la vida.
ResponderEliminarespléndido y expresivo.
besos
Me has sorprendido con que tu protagonista fuera una invidente.
ResponderEliminarDebe ser duro no poder contemplar la primavera.
ResponderEliminarSeguro que disfruta mas de la primavera. Bastante mas que los que solo tienen ojos para sentirla.
ResponderEliminarUn abrazo.
Dicen que tienen los demás sentido mucho más afinados. Quizá su abanico se sensaciones contiene matices que a nosotros se nos escapan.
ResponderEliminarUn beso
Naturaleza y niños, que sin verlos, nos lo has hecho ver.
ResponderEliminarUn beso.
Todos los sentidos se ponen en alerta y a disposición cuando uno de los cinco falta. La chica se ha llenado de primavera igualmente y sin verla, le ha entrado hasta por los poros. Toda ella, la carga en sensaciones bellas.
ResponderEliminarUn relato excelente Charo, que invita a que nos internemos en ese mundo de aromas, sonidos y colores nacientes.
Besos!
Gaby*
La primavera descrita desde la ceguera. Muy lindo. Nos has hecho sentir sin ver, como deben ser las cosas que se quedan en el corazón.
ResponderEliminarUn beso
Decía yo como introducción en mi aportación que Gustavo nos invitaba a cerrar los ojos y oír... Tu hermoso y delicado texto es la máxima expresión del reto de esta semana...
ResponderEliminarUn relato muy bonito y repleto de ternura Charo. A veces encontramos pequeños momentos en los que podemos llegar a ser realmente felices, como la chica de tu relato.
ResponderEliminarUn abrazo.
Esa, es una primavera diferente. Al sonido claro y multiplicado del entorno, se le añade una imagen imaginada que dibuja en la mente una realidad irreal. Muy emocionante y descriptivo.
ResponderEliminarLos videntes necesitamos la buena disposición para hacer silencio y escuchar la naturaleza, nos cuesta más que a los no videntes, tu protagonista en cambio entra de lleno en ese mundo imaginado pleno de sonidos y aromas, hermoso Charo!
ResponderEliminarAbrazo
Una historia que sorprende al final, su falta de visión le permite acompañar los sonidos que escucha con lo que le dicta su imaginación.
ResponderEliminarMe gustó como fuiste describiendo el entorno.
Un beso!
¡Qué bueno! Me esperaba otro final, que a ella también le llamara su chico. El que has dado es mucho mejor, con ese regusto tan tierno que me deja.
ResponderEliminarBesos y hasta mañana.
Cierto que los invidentes sienten los sonidos con más intensidad. Es un relato muy lindo.
ResponderEliminarBesos.
Muy buen micro para recibir a la primavera, ya saboreando todo los que les brindara.
ResponderEliminarFeliz Primvera
Abrazo Otoñal
Has recreado en tu preciosa entrada, el abanico de sonidos que la primavera nos ofrece. Has complementado tu entrada con los olores, colores e incluso sabores de esa primavera que recién comenzamos a disfrutar. La has dibujado con sus mil y un matices.
ResponderEliminarUn abrazo.