Este jueves Alberto nos invita a volar en su blog Letra a letra, paso a paso...He dejado volar mi imaginación y me ha llevado a esto:
Para él era muy sencillo. Sin moverse de la silla en la que estaba
sentado, cerraba los ojos, tomaba un pequeño impulso hacia arriba y después se
lanzaba hacia adelante, se elevaba y salía por la ventana de la buhardilla. Apenas
le costaba esfuerzo, eso sí, las piernas
no podía estirarlas pero en cambio estiraba los brazos en cruz para planear y
dejarse llevar por las corrientes cuando quería descansar y los juntaba sobre
su cabeza cuando quería lanzarse en picado a toda velocidad para sentir el
vértigo en su cara y en sus entrañas. Cuando simplemente quería pasear y ver
los tejados de las casas, las cabezas de la gente, los parques, los ríos, los
monumentos…dejaba caer los brazos laxos al lado de sus piernas sin vida. No
entendía por qué la gente ansiaba tanto
poder volar, él lo que deseaba de verdad era poder sentir el peso de su cuerpo
sobre sus piernas al avanzar una después de la otra y el contacto de la tierra bajo sus pies.
QUÉ PRECIOSO REGALO ALBERTO!!!!
QUÉ PRECIOSO REGALO ALBERTO!!!!
Es triste que cada uno desea lo que no puede tener.
ResponderEliminarTodos soñamos con lo que nos falta, seria bueno hacerlo que realmente es necesario, como el. La realidad golpea mas fuerte.
ResponderEliminarUn abrazo :)
Es propio del humano a veces desear lo inalcanzable, muchas veces nos podemos equivocar por eso mismo. ¡Interesante relato Charo!
ResponderEliminarCada quien sueña con hacer realidad su imposible!
ResponderEliminar=)
Hay mucha tristeza en el relato, pero también la enseñanza de que con los sueños se pueden lograr metas imposibles.
ResponderEliminarUn abrazo.
Esos que quieren lo que no pueden, como volar, deberían pensar en que tienen más de lo que merecen. Hay personas que sueñan en poder tener algo tan simple como es caminar y no podrán hacerlo nunca; eso sí que duele. Hubo un jueves en el que hablábamos de ponernos en los zapatos del otro, pues antes de querer volar, mejor ayudar a quienes no pueden ni obtener las cosas más básicas... Bueno, quería solamente decir que deberíamos todos poner los pies sobre la tierra y observar lo que sucede a nuestro lado, sería un vuelo por el mundo de la realidad...
ResponderEliminarMuy triste entrada y muy real también. Bravo.
Un abrazo y tu cafelito, compi.
Me ha parecido una excelente metáfora. Y pienso que así es, hay una especie de denominador común en aquellos que pronuncian o escriben la palabra "libertad" más de la cuenta: parece que estén encerrados en una celda construida por sus propios vacíos; que el suelo se les haya volatilizado bajo sus pies y anden justificando, ante sí mismos, la pesada gravedad de ese suelo cuando, en realidad, lo necesitan como el aire que respiran. Yo pienso que sólo vuela muy alto el que tiene las raíces muy sólidas y las cosas del corazón muy claras.
ResponderEliminarUn besazo
Menos mal de nuestra mente y de nuestra imaginación, lo que no tenemos lo suplimos con ella.
ResponderEliminarMe ha gustado amiga
Un abrazo
Parece que siempre deseamos lo que no tenemos.
ResponderEliminarUn beso.
Mientras la capacidad de soñar nos lo permita, podremos volar. El día en que no tengamos ilusiones ni sueños, ese día nuestras alas estarán irremediablemente lastradas para siempre. Prefiero ser un simple gorrión a un pingüino.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Mientras otros quieren volar, él se conforma con poder andar, no pide más. Volar ya sabe, a su manera, pero sabe. Muy bonito. Un beso.
ResponderEliminarLa visón de todos no es la misma, tampoco las ansias, y es cierto, que solemos anhelar lo que la vida no nos ha dado o de lo que nos ha privado. Ese sentimiento, tal vez encierra más curiosidad que ambición, pero ante todo, guarda mucho de ensueño. Soñar es algo que alimenta la esperanza y muchas veces empuja a buscar nuevas realidades. Su deseo es entendible.
ResponderEliminarBesos!
Gaby*
Todos deseamos cosas diferentes, lo que nos falta, o poder salir de lo que nos ata.
ResponderEliminarEn este caso es un deseo conmovedor, y que para tantos es algo tan simple, y para otros solamente un sueño.
Un beso!!!
Sólo te digo, que me pareció hermoso,felicitaciones por tan lindas metáforas.Un abrazo.
ResponderEliminarUn relato muy bonito Charo, la verdad que no me ha parecido triste. Sin duda se trataba de una persona muy optimista y con una capacidad para fantasear fuera de lo normal.
ResponderEliminarGracias por participar guapetona!
Precioso relato Charo, esta claro que lo que a unos les sobra a otros les falta, nunca estamos contentos. El se adapto a la situación y disfruto de lo que tenia. Muy sabía decisión la que tomo.
ResponderEliminarBesos guapa.
Una triste resignación en el relato,con una hermosa metáfora para reflexionar.
ResponderEliminarMe encanto la lectura y visitar tu casita.
Recién acabo de hacer un nuevo blog, porque con el tenia 4 años lo perdí sin saber aun como recuperar mis trabajos.
Saludos y mi abrazo
Wow! Charo! Cómo has plasmado ese afán de desear lo que no se puede tener y ese tic de obviar lo que damos por seguro!
ResponderEliminarMe has recordado una conversación, me decía que atado a su silla como estaba, su imaginación le hacía volar hacia los lugares por donde antes había paseado. Intenso Charo.
ResponderEliminarUn beso.
Tremendo. Ahí, condenado a la imaginación y añorando la vida común. Me ha impresionado.
ResponderEliminarBesos.