Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho...Solo esos segundos antes de nadar en la inconsciencia le bastan para recordar su infancia. Está de pie en un campo de tierra observando como sus hermanos juegan al fútbol con otros chicos. Ella no puede, su madre le ha puesto sus zapatitos de charol rosa haciendo juego con el vestidito y los enormes lazos al final de sus largas trenzas rubias.Recuerda también el día, años después, en que se cortó esas trenzas y su madre se enfadó muchísimo llamándola machirulo*. Mamá,le contestó ella con lágrimas en los ojos, yo de mayor quiero ser un chico y los chicos no llevan trenzas. Desde ese momento comenzó su calvario: años de confusión, psicólogos, tratamientos hormonales, depresión, extirpación de mamas...Hoy, cuando despierte de la anestesia, su sueño por fin se habrá hecho realidad.
*Machirulo.- Cuando yo era pequeña mi abuela utilizaba esta palabra de forma despectiva para definir a una chica poco femenina a la que le gusta hacer cosas de chicos
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Gracias por participar. En un rato sale la edición del daily.
ResponderEliminarsaludos!
debe ser triste estar en ese lugar Charo. ¡muchos saludos!
ResponderEliminarNo quisiera estar en sus zapatos, qué triste.
ResponderEliminarUn beso
Con pocas palabras has sabido plasmar una ilusión que han tenido y siguen teniendo hombres y mujeres, mi deseo sería que a todos y a todas les saliera tan bien como a la protagonista de tu relato.
ResponderEliminarCómo debió de sufrir vestidita de rosa y queriendo jugar al futbol. Pero supo cortarse las trenzas y costara lo que costara, ser él mismo, felicitaciones.
ResponderEliminarCharo, tu relato corto e intensísimo nos cuenta una experiencia que sucede y que debería terminar como tú lo terminas.
Un besito.
POR DESGRCIA MUY ABITUAL EN OTRAS ÉPOCAS CUANDO NO SE PODÍA EXPRESAR LOS SENTUMIENTOS.
ResponderEliminarUN SALUDO.
Dura niñez para esa niña de largas trenzas que supo mantener su esencia a contracorriente de todos, y cuando llego su madurez
ResponderEliminarcumplió su mas bello sueño. ¡ Ser quien quería ser.! Deseo que pronto aprendamos de una vez a respetar y comprender que no es fácil salirse de la línea.
Besos amiga.
Me encantó Charo, uno no puede renunciar a su esencia ni a lo que lleva dentro, por más que por fuera no condiga el aspecto con lo que se siente.
ResponderEliminarUn beso enorme.
Pues si así consiguió ser feliz... lo seguro es que fue muy valiente.
ResponderEliminarUn besito y gracias por esa originalidad.
Una historia dura. "Marichulo" en madrileño se dice "chicazo".
ResponderEliminarUn beso.
Es malo eso de nacer con el cuerpo equivocado; menos mal que ahora es más sencillo cumplir ese sueño.
ResponderEliminarUn abrazo
Un argumento delicado, verdadero y original a la vez, perque creo que eres el único que se le ha ocurrido este tema, como motivo principal del psot. Brillante.
ResponderEliminarSaludos muy afectuosos.
Por aquí se les decía marimacho...igual de despectivo!
ResponderEliminarUn abrazo.
Relato duro, pero seguro que no exento de realidad. Besos
ResponderEliminarHe leido otro relato en sentido contrario, pero el drama es el mismo. Nacer en el cuerpo equivocado supone enfrentarse a una serie de problemas que no deberían existir en una sociedad donde la identidad de género de las personas, al margen de su apariencia biológica, fuera vista con total naturalidad, la naturalidad que merecen.
ResponderEliminarBuen microrrelato, Charo.
Un abrazo.
Suele decirse que hay quienes sienten que nacieron en el cuerpo equivocado... una chica que quería ser chico. Tan fuerte ha de ser su deseo para no conformarse con cambiar su modo de vestir, caminar o peinarse, sino pasar por operaciones hasta llegar a sentirse quien realmente desea ser. Me gusta esa frase que dice: "Ser auténtica es tratar de ser lo que uno sueña de sí mismo".
ResponderEliminarUn gran relato Charo, como ya nos tienes acostumbrados.
Besos!
Gaby*
Wommm!!!
ResponderEliminarque historia pero se que si sucede pues conozco un caso un tanto parecido, una chica muy bonita de pequeña de ojos azules, sonrisa y apariencia muy tierna que hoy ya adolescente se transformo totalmente en todo lo contrario como lo que has relatado casi un chico, bueno cada uno con sus tendencias sin hacerle daño a nadie, pero creo que a los se necesita siempre guiar a los niños y adolescentes en su crecimiento ayudándolos a encontrarse a ellos mismo y a a hacer felices
Enfrentarse a todos los que le rodean por querer ser como se siente realmente, muy valiente y seguro que pasó muy malos momentos. Respetar las decisiones de los demás es la única forma de vivir en paz.
ResponderEliminarBesos
Muy breve, pero con un retrato muy completo del personaje. La primera escena dice muchísimo. Besos.
ResponderEliminarHola Charo, curiosa transición de género. Cuando el resto de chicos soñaba con ser estrella de fútbol ella soñaba con ser chico. Tal vez después de despertar de la anestesia con su nuevo sexo sueñe con ser estrella de fútbol. Es más, incluso puede que se convierta en una estrella del fúbol. Quién sabe si entre nuestras estrellas de fútbol tenemos alguno con un pasado similar.
ResponderEliminarUn beso muy grande
Cuando pequeños no solo es el sueño de dedicarse a algo, o tener un título, sino que también hay deseos más profundos como el del personaje de tu relato. Su sueño tiene que ver con su esencia, su necesidad de sentirse a gusto consigo mismo, más allá de lo que los demás piensen.
ResponderEliminarUn beso!
Anda que no envidiaba yo a los chicos cuando jugábamos en la calle. Ellos podían hacer de todo y nosotros nada. Me gusto tu micro, buen final. ;-)
ResponderEliminarTremendo texto, que no por más concreto es menos contundente. Toda una vida de obsesiones y deseos en unas pocas líneas.
ResponderEliminarAfortunadamente en muchos casos hoy tiene solución.
Besos
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar¡Ay Charo, que texto mas hermoso! Que metáfora la de cortar las trenzas para pasar al otro lado del espejo siendo otro.
ResponderEliminarUn beso
Excelente líneas, con un contenido intenso y conmovedor.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Charo!
Ella era diferente desde chiquita, ahora podrá ser lo que se siente.
ResponderEliminarUn texto bello Charo.
Un abrazo.
Que duro encontrarse en el cuerpo equivocado y que duro hacer que el mundo lo comprenda. Besote y muchas gracias por mi premio.
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