Este relato está especialmente dedicado a mi hijo Mario en el día en que cumple 14 años. Te quiero.
NO PERTURBAR EL
SUEÑO DE LOS MUERTOS
Me llamo Mario
y creo que voy a morir.
Todo comenzó hace dos semanas, exactamente
el día 1 de noviembre. Vivo con mi padre en
un pueblo pequeño y desde la ventana de mi habitación en un primer piso
tengo una hermosa vista panorámica que incluye todas las lápidas del
cementerio. Ese día, cuando volvimos a
casa por la noche, las velas que por la mañana habían puesto los familiares de
los muertos le daban al camposanto un aspecto mágico que quise inmortalizar
sacándole un par de fotos con el móvil. Al principio no vi nada extraño pero
cuando se las mandé a mis amigos por whatsApp observé que alrededor de algunas
velas aparecían en un halo blanquecino extrañas formas parecidas a rostros
humanos. Tengo una mente bastante racional, por lo que pensé que sería algún
efecto óptico perfectamente explicable. Olvidé el tema hasta que cuatro días
después al volver del colegio descubrí que había huellas de pisadas humanas con
restos de tierra húmeda que antes de irme por la mañana no estaban. Mías no
eran y de mi padre tampoco podían ser
puesto que había estado fuera toda la mañana. Las huellas iban desde la ventana
hasta el armario que está en la esquina opuesta. Mi mente comenzó a buscar una
explicación racional y aunque no la encontraba, sabía que con el tiempo lo
haría. No contaba con que otro hecho igual de inexplicable se sumaría al
anterior. Al abrir el cajón del escritorio donde guardo el material, un puñado
de gusanos blancos se revolvía entre mis cosas a la vez que un montón de moscas
verdes y grandes empezaron a revolotear a mí alrededor. No pude evitar pegar un grito
al que acudió mi padre asustado pero al contarle lo sucedido todas las pruebas
se habían volatilizado con lo cual, acostumbrado a mis bromas, no me hizo ni
caso.
Pocos días después unos arañazos en el
cristal me despertaron durante la noche. A través de la ventana no se veía nada
pues una espesa niebla lo envolvía todo. Pensando que sería algún gato a los
que de vez en cuando daba de comer abrí la ventana y un viento helado junto con
un olor nauseabundo inundaron la habitación a la vez que sentí que una
presencia sobrenatural se había introducido también aunque mis ojos no
apreciaran nada. Mi mente analítica se negaba a dejarse llevar por la
imaginación pero mis sensaciones la contradecían. Llegó la hora de levantarme
para ir al colegio y aún no me había acostado. Ya en la clase, cuando abrí la
mochila para sacar los libros mis dedos tocaron algo raro, viscoso, resbaladizo
y blando que impregnó mi mano de una sustancia blancuzca y maloliente pero
dentro de la mochila no había nada. ¿Me estaba volviendo loco?
Ahora estoy solo en casa, sentado en la cama
escribiendo en el ordenador lo sucedido para que quede constancia por si a mí
me sucediera algo. Tengo miedo. La espesa niebla ha vuelto a aparecer y oigo
quejidos y arañazos en los cristales. Sé que esta vez son varios y que van a
entrar. Mi mente racional ha sido desplazada por el puro terror. Algo en mi
interior me dice que vienen a por mí y aunque no sé cómo, sé que conseguirán
llevarme con ellos sin que nada ni nadie pueda evitarlo. Ya oigo como abren la
ventana y mis dedos se van paralizzzzzzzzzzzzzz
El padre de Mario entra en casa y se dirige
a la habitación de su hijo, ve la ventana abierta y el ordenador encendido con
el documento de word, lo lee y empieza a reír a carcajadas ¡Qué gracioso es
este niño!, piensa, y lo llama todavía riéndose: ¡Mario! ¡Mario!, pero solo el
silencio sepulcral responde a su llamada.
Tu relato es estremecedor y con un final escrito por un Mortífago Charo..... Me gustó la forma en que lo llevaste y la nitidez y armonía de tus palabras..... ¡felicitaciones! Aprovecho para decirte que habría tanto para decir sobre los cementerios, que va desde lo triste, transita por lo tétrico y termina en lo doloroso, pero bueno hay que sustanciarse en algo resumido ¡te deseo el bien para vos y quienes te rodean!!!!
ResponderEliminarEs una lograda historia. El protagonista está tan desorientado que no sabe que fue lo que desencadenó el despertar de los muertos. Dificilmente tomar una fotografía sea suficiente. Sino los noticieros, estarían perseguidos. Ya me imagino las conductoras y noteras perseguidas por muertos vivos y fantasmas. No sería una mala idea. ¿Como no se me ocurrió antes?
ResponderEliminarVolviendo al tema, da la sensación de que el protagonista no sabe que desencadenó el fenomeno. De haberlo sabido, tal vez habría conocido la manera de escapar.
Es tremendo tu relato tiene un principio buenísimo, tanto que pensé que no podía ir a más. Me equivoqué porque ha ido in crescendo hasta el final. Te felicito.
ResponderEliminarEl final abierto es una forma muy buena de terminar el relato.
ResponderEliminarUn beso para ti y otro para tu hijo.
Todos los ingredientes necesarios para despertar un sentimiento de miedo en el lector. El clima de tensión ha ido in crescendo a lo largo de tu relato. Me ha gustado mucho , Charo.
ResponderEliminarUn abrazo.
.
Terror adolescente, siempre al día, amiga!
ResponderEliminarUn abrazo y 14 tirones de oreja al chaval.
Pásate por mi blog http://rhodeablason.blogspot.com.es/. Te ha correspondido un premio. Felicidades
ResponderEliminarRhodea Blason
Muy bueno Charo, ese final nos deja decidir si el adolescente es un guasón de cuidado o realmente algo ha ocurrido que no tiene explicación racional.
ResponderEliminarBesos y felicidades por tu propuesta que ha sido muy bien acogida.
Me ha gustado la forma en la que lo has escrito. Me ha intrigado terriblemente. Pero el final en fantástico. Buen relato.
ResponderEliminarFelicidades a tu hijo
Me ha gustado la forma en la que lo has escrito. Me ha intrigado terriblemente. Pero el final en fantástico. Buen relato.
ResponderEliminarFelicidades a tu hijo
Tremendo regalo para tu hijo!!
ResponderEliminarSeguro que le ha encantado, a mí me parece genial!!
Enhorabuena por la convocatoria, me ha gustado el tema, muchas felicidades a Mario, se lleva tres meses con mi hijo mayor :)
Besos a los dos!!
Vaya tela con el regalito, uffffffffffffff...
ResponderEliminarA ver, el relato es que se sale y, leyéndolo, te pones en la piel del prota y de qué manera, o sea, que enhorabuena por el relato, Es buenísimo.
Un beso
Ja, ja, ja...él se lo ha buscado!!!Lo cierto es que es verdad que su padre vive al lado del cementerio del pueblo y desde la ventana de su habitación Mario ve las tumbas y también es cierto que sacó una foto y me la envió ...lo demás no ha sucedido pero....¿quien sabe?...Gracias por vuestros comentarios y por la respuesta a la convocatoria que está siendo fantástica.
ResponderEliminarJo... ¡qué tensión! Lo iba leyendo y me estaba entrando miedo. ¡¡Buenísimo!!
ResponderEliminarCreía que se había dormido escribiendo su relato zzzzzzzzzzzzzzzzzzz.... pero no, sigue la intriga con el padre que lee el texto... Asusta. jajajaja
Besos para los dos.
Cuanto suspenso... el final queda abierto a la imaginación: ¿qué le habrá pasado a Mario? ¿Qué era todo eso que sentía? un gran misterio. Imagino la expectación de tu hijo al leer el relato que escribiste!! Mis saludos para él en su cumpleaños (sagitariano como yo jaja) y celebro además su idea porque llevó a internarnos en historias variadas en los cementerios.
ResponderEliminarUn beso!
Muy bueno Charo, espero que Mario no tenga pesadillas después de leerlo jeje. Has construido una historia genial. Desde los cimientos hasta el tejado. Te felicito porque ya eres una gran arquitecta de las letras. Felicidades para Mario.
ResponderEliminarBesos
Sin dejar de reconocer que el relato es de una gran imaginación y de muy buena calidad literaria, no deja de extrañarme de la posible bondad del regalo para un muchacho de catorce años.
ResponderEliminarPero nadie mejor que una madre sabe de los gustos de su hijo. Por lo tanto, mejor olvidadr el final de la frase.
Un abrazo.
Un buen regalo Charo para tu hijo ¿tan imaginativo como tú? Espero que sí. Un relato que mantiene la atención del lector de principio a fin.
ResponderEliminarUn beso para ti y para tu hijo.
Qué inquietante! Creo que Mario, debe de sentirse más que satisfecho con la historia que has creado (y por si fuera poco, se lleva unas cuántas más de todos los tintes)... Claro, espero que el final de este relato, -que prácticamente queda abierto para que quienes lo leamos imaginemos qué puede haber acontecido- no sea más que se quedó profundamente dormido y la imaginación le indujo a percibir sonidos y visiones para el susto! Bueno... también, si se anima, podría aportar un broche de cierre... Como sea, no solo me encantó tu relato, Charo, sino que todo el jueves ha sido una lindísima experiencia compartida.
ResponderEliminarBesos!
Gaby*
Muchas felicidades a Mario en su cumpleaños. El relato es un regalo magnífico, es realmente tenebroso, lleno de sensaciones, imágenes y suspenso.
ResponderEliminarUn final que se anuncia, pero que hasta que llega nos mantiene en vilo.
Un abrazo.
Bueno Charo, creo que le debes una segunda parte a tu cumpleañero hijo.
ResponderEliminarPuesto que el final ha quedado tan abierto que siento escalofríos en la piel.
Besos amiga x dos.
Terrible. Especialmente pensando en ese final, con el padre riendo sin entender lo ocurrido. Besos.
ResponderEliminarWooommm!!!
ResponderEliminarque historia más increible y entretenida me ha encantado esta genial FELICITACIONES
Uhhh que miedo. A ver si has asustado tanto a Mario que ya no quiere vivir más en esta casa.
ResponderEliminarBesos!
Pd. Gracias por la tumba personalizada. Jajaja Me gusta la compañía de un perro fiel. Escribirá él mis relatos?
paaaaaaaaaa..me has erizado las plumas! jeje...qué tremendo relato que hiela la sangre. Espero que el haya gustado a tu hijo como regalo de cumpleaños, jejeje
ResponderEliminarUn abrazo y felicitaciones por el éxito de la convocatoria.
Una historia logradísima, que a pedido del homenajeado ha resultado un regalo excelente, porque te deja como es la intención: temblando de miedo y con un final abierto a la imaginación.
ResponderEliminarEspero ver a Mario por aquí comentando qué le ha parecido todo este fiestón de jueveros, para quienes ha sido un gusto "divertirlo"
Si un día nos ve arañando su ventana, que la abra, que no somos de temer...
besos y felicitaciones por todo.