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miércoles, 20 de noviembre de 2013
ESTE JUEVES......MI ÍDOLO
Ese día todos los del grupo se quedaron a dormir en casa de Ángel para ir al día siguiente de acampada. Dormían tirados en el suelo del salón en los sacos de dormir. El dormiría con su mujer en su cama, al lado de la habitación de sus dos hijos. Cuando se apagaron las luces, María, que dormía al lado del pasillo, sintió que algo se echaba encima de ella, unos labios se acercaban a los suyos y una lengua se introducía en su boca, mientras una mano le acariciaba uno de sus pequeños pechos. Supo que era Ángel porque notó su barba. No pudo reaccionar, no se atrevió a moverse temiendo que los compañeros que dormían a su lado se enteraran, mientras él le susurraba que no pasaba nada. Durante los días que duró la acampada, María evitaba quedarse a solas con él, pero él la buscaba, aprovechaba cualquier momento en que los demás no miraban para intentar besarla y tocarla. María nunca lo había pasado peor en su vida pero no podía contárselo a nadie, ¿quién la iba a creer? Ángel era el catequista de su grupo de confirmación, pero para ella era algo más. Era el hombre que reunía todos los valores que predicaba su religión. Era una persona a la que admiraba por su grado de implicación y dedicación con su parroquia, con su barrio y con el mundo en general. Era su modelo a seguir y se convirtió en su ídolo con pies de barro.
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Charo, con qué realismo y maestría narras una situación que no debería suceder nunca, pero que, a veces, desgraciadamente, sí ocurre. Me gusta como planteas la historia desde el comienzo en la que relatas un texto que sorprende por su inesperado final.
ResponderEliminarHola!
ResponderEliminarVaya ídolo, no se si tenerlo cerca o bien lejos, me da que pensar el señor catequista, mejor no lo averiguo jaja!!
Muy bueno, gracias por participar!
Besos
Así caen los ídolos, por su propio peso. Es un relato muy real que habrá ocurrido montones de veces, ya sea con el catequista, el amigo de la familia, el primo mayor, etc...
ResponderEliminarBuen relato Charo.
Besos
Cuantas historias tan duras como esta se han quedado calladas por ese motivo ¿a quien se lo voy a contar que me crea?
ResponderEliminarUn beso
En eso se apoyan esos falsos ídolos para conseguir las burdas asquerosidades que hacen. Esto es un relato pero no creas que va muy descaminado de la realidad, ¡qué pena!
ResponderEliminarLamentablemente existen ídolos como los de tu relato. Destruyen la vida de personitas en formación. ....Bien por vos Charo....
ResponderEliminarWooommm!!!
ResponderEliminarque impresionante historia lo más increible e imperdonable que muchas veces resulta ser demasiado real
Lamentablemente, existen esos ídolos con los pies de barro. Menuda decepción para la chica. Muy bien busdado tu post
ResponderEliminarSaludos muy cordialesl.
Esto si que es la caida de un ídolo. Por desgracia pasa más de lo que desariamos.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Charo, qué buena historia has construido con pocas palabras. Y cómo dominas el erotismo para enriquecer tus relatos. Me temo que María acabará teniendo un serio trauma con su catequista. La deseo lo mejor.
ResponderEliminarY para ti un beso grande.
Los que pican más alto suelen darse una "chufa" mayor. Besos.
ResponderEliminarY yo, que soy muy de refranes, añadiría ese de "No es oro todo lo que reluce". Así pasa lo que pasa, que luego vienen los chascos. Un beso.
ResponderEliminarHas reflejado una situación que, lamentablemente, a diario vemos que es más frecuente de lo que parece. Uno de los crímemes más repugnantes que puedan existir, aprovecharse de la posición dominante que se tiene, de la admiración que su figura despierta, para violentar física o psicológicamente, a menores a los que deberían formar y educar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tu relato pone de manifiesto esa dualidad, que va entre la admiración y el desencanto, Se puede llegar a un grado de confusión, en el que apenas se logra discernir lo bueno de lo malo. Y es que cuando uno tiene idealizado el rol del otro, su misión y compromiso en la vida, el ejemplo se torna confuso y el mensaje también. Una realidad hecha cuento, Me ha encantado como llevaste adelante el tema y el modo de narrarlo.
ResponderEliminarBesos!
Gaby*
Cruenta historia llena de crudeza, de confrontaciones interiores.
ResponderEliminar¿No sería ese ángel un demonio? Malos recuerdos de iniciación con regusto muy amargo, viniendo de aquel que era ídolo ejemplar y resultó asqueroso, oculto detrás de la máscara, tampoco es una novedad.Charo, has resuelto el tema con mucha intensidad, duro relato sobre la imposibilidad de los ídolos y el riesgo de creer en ellos. Besitos.
ResponderEliminarIdolo con pies de barro, todo cae, como dice Leonor, por su propio peso, pero deja heridas dificiles de cerrar. De tan real, duele leerlo.
ResponderEliminarMe gustó la forma en que lo has contado.
Un abrazo Charo.
A veces me cuesta comprender cómo se lleva a admirar y tener como ejemplo a seguir a alguien cuyo comportamiento se sabe no es el correcto. ¿Cómo escucharlo y mirarlo a los ojos teniendo que ocultar semejante secreto? ¡Qué difícil y fea situación! Aunque duro de asimilar, muy bien lo contaste.
ResponderEliminarUn beso!
No por ser demasiado frecuente esa situación, deja de resultarme repulsiva y me hace sentir un tremendo enfado.
ResponderEliminarTu jueves es el de un Ídolo caído, y es que hay peanas que soportan demasiada ruina.
Besos amiga.
Hay mucho en tus letras pero pasan los siglos y seguimos con esta lacra a cuestas. Siempre hay quien se aprovecha de su atracción mediática para ello. Un ídolo menos y alguien que sufrirá siempre ese suceso en su interior...
ResponderEliminarBesos!!
¿Ídolo? que pena de admiración echada a perder. Lo doloroso es que normalmente los ídolos no dejan lesiones emocionales y físicas tan directas.... ¡Todo sea por la Catequesis!
ResponderEliminarBesos
La historia es conocida, pero suele contarse como noticia. Por eso me ha gustado leerla en tu relato desde la óptica de la víctima.
ResponderEliminarBesos.
Seguro que hoy en día, cambiando los nombres y las profesiones, todo se repite.
ResponderEliminarUn beso.
Una historia (basada en hechos reales, lamentablemente) tan bien contada, que llena de rabia, de impotencia y de bronca, y lo mejor:nos hace pensar en qué se puede hacer.
ResponderEliminarun fuerte abrazo, Charo